Los viajes del Imserso corren peligro, y con ellos, la economía del sector turístico y hotelero de Castilla y León, después de que el gobierno haya aplazado las más de 800.000 plazas previstas para la próxima temporada, lamentan desde la Asociación Zamorana de Agencias de Viaje (AZAV).

Paralizados desde que estallase la pandemia, las agencias de viajes no veían el momento de que el conocido programa de turismo se reactivara. Y es que tan solo en Castilla y León, de septiembre a junio, eran alrededor de 4.000 los socios del Imserso que visitaban la comunidad autónoma y generaban un impacto económico de 350 euros por persona durante su estancia, sin contar las comisiones de las agencias y otros gastos derivados de su estancia –como la compra de souvenirs– que dejaban huella en la economía de la comunidad.

“Si no sale nada vamos a proponer el intercambio de viajes entre provincias”, advierte Hernández sobre el rumbo que desde las asociaciones quieren poner en marcha para “salvar” la temporada en caso de que el Imserso no llegue.

La idea sería “mandar cuatro autobuses a Valencia y que ellos nos mandaran otros cuatro”, ejemplifica Hernández sobre una posibilidad de organizar visitas subvencionadas por diputaciones. Así, su objetivo es conseguir que los hoteles, agencias y restaurantes de la comunidad puedan seguir trabajando hasta que llegue el próxima verano. Hernández confirma que la confederación estatal está participando en conversaciones para buscar una salida.

Aunque el gobierno anunció la vuelta del programa para esta temporada, los viajes “están aplazados por el COVID”, explica Daniel Hernández, presidente de la asociación zamorana, que critica que a pesar de la vacunación y los protocolos de seguridad parece que los visitantes de la tercera edad no van a llegar a tiempo para paliar la caída del mercado en septiembre.

La temporada baja llega en menos de un mes para un sector que aún se recupera de los estragos de la pandemia. “Ahora estamos trabajando bien, pero a partir del 15 de septiembre habrá una bajada”, relata Hernández, que cree que si el gobierno no saca adelante al Imserso va a “haber un problema muy grande”, pues estos viajes representan gran parte de la actividad turística de Castilla y León durante los meses de invierno.

“Sí hay clientes interesados”, explica Hernández, y es que las personas jubiladas ya han pasado a informarse para reservar viajes para los meses que se avecinan, para los que ha sido una sorpresa descubrir que de momento, todo está parado. “Estos viajes gustan mucho”, explica el presidente de la asociación local, que destaca del programa tanto sus bajos precios como la facilidad de las excursiones, que se hacen en grupos organizados y en compañía de un equipo médico y guías turísticos.

En Castilla y León se trabaja “el viaje cultural”, explica, una oferta que no puede competir contra los ofertados por el Club de los 60. En este caso, sí van a celebrarse este año, pues son los que provienen de la convocatoria concedida para 2020 y que llevan aplazados desde entonces. Adjudicados por concurso a grandes operadoras nacionales, escapadas que consisten en un 80% en viajes al extranjero “Castilla y León no puede competir contra Italia”, lamenta Hernández. De las 20.000 plazas, solo 600 vendrán a la comunidad.