Más del 17% de los hogares de la provincia de Zamora no tiene acceso a Internet de más de dos megas de velocidad. Un mínimo que ya hace muy difícil navegar por Internet y que convierte prácticamente en imposible el realizar trámites con la administración pública o disfrutar de alguno de los servicios de entretenimiento online que se ofrecen en la red. Los datos, que emanan del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, indican que la provincia está entre las zonas del país con más territorios en sombra.

A medida que avanza la velocidad de conexión descienden los núcleos de población que tienen acceso a ella. Los diez megas de velocidad, que ahora se quedarían cortos para la mayoría de las gestiones y usos de Internet pero que fueron marcados como gran objetivo de Europa para el año 2020, aún no llegan a uno de cada cuatro hogares de la provincia. Solo el 73,27% de las viviendas, siempre según datos gubernamentales, navegan con una conexión ADSL de más de diez megabits por segundo.

El objetivo de Europa, cabe recordar, era que todos los hogares, independientemente de su ubicación, tuvieran velocidades de conexión de al menos diez megas por segundo el año pasado. Obvia decir que ha sido un objetivo incumplido. La fibra óptica llega aún a menos hogares. Más de la mitad de las viviendas de la provincia tiene una conexión que no entra dentro de la definición del Internet veloz, ese que el Gobierno planea llevar a todos los núcleos rurales antes del año 2025. Los datos a nivel regional tampoco son buenos, pero sí mejores que los zamoranos. En Castilla y León poco más del ochenta y cinco por ciento de las casas tienen una velocidad de navegación mínima, lo que deja al quince por ciento sin más alternativa que las conexiones por satélite. La conexión ADSL de más de diez megas de velocidad llega al setenta por ciento de las casas mientras que el 52%, un poco más de la mitad, puede decir que dispone de fibra óptica en caso de necesitarla. Castilla y León está entre las comunidades con más zonas en sombra.