La obra “Ese vaso” del poeta zamorano José Antonio Montecino Prada logra el Premio Fray Luis de León de Poesía de este año, un galardón organizado por la Diputación de Ávila y el Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres que cumple su XXXI edición y está dotado con mil euros. De la obra del ganador, anunciado por la alcaldesa de Madrigal, Ana Isabel Zurdo, se destacó la fuerza de unos versos en los que se suceden las metáforas, las aliteraciones, los juegos de palabras, el lenguaje actual.

El jurado ha querido premiar la “innovación y también la temática actual”, porque el COVID sirvió de inspiración para los poetas que concurrían, explicaron, alguno de ellos con distinción. Muestra de ello es ese segundo premio “Madrigal Anciano”. Asimismo, se han tenido en cuenta cuestiones como la composición clásica del Madrigal, aseguraba el director de la Institución Gran Duque de Alba, Maximiliano Fernández, durante el anuncio de los premios, aunque recordaba que la extensión es corta y, por lo general, se deja al arbitrio del poeta.

El jurado ha destacado «la cantidad de poemas presentados y también su calidad», ha hecho especial hincapié en la calidad y la cantidad de los trabajos presentados que ha obligado a realizar cinco menciones especiales, según recoge la agencia Ical. El segundo premiado fue Javier Cano Expósito, de Jaén, con su obra “Madrigal Anciano”, por el que recibirá 800 euros. Las menciones especiales recayeron sobre Moisés Navarro Fernández, por su “Jaque Mate”; Sol García de Herreros Madueño, por “Madrigal de la Ausencia”; Manuel Sánchez Gorkón, por “Te sigo queriendo, Samuel”; Manuel Laespada Vizcaíno por su “Madrigal de rechazo”; y Pablo Blanco del Moral por “Madrigal que dicen del Fénix”.

El diputado de Cultura, Patrimonio, Juventud y Deportes, Eduardo Duque; la alcaldesa de Madrigal de las Altas Torres, Ana Isabel Zurdo; y el director de la Institución Gran Duque de Alba, Maximiliano Fernández se encargaron de dar a conocer el fallo de este reputado premio de poesía dedicado a esos madrigales. Duque definía este tipo de composiciones como esos poemas cortos, breves, con versos heptasílabos y endecasílabos por lo general, con rima consonante y temática amorosa, también por lo general, pues también se le permite tomarse licencias a los creadores de estas poesías. En definitiva calidad, cantidad y, al fin y al cabo, un premio que emociona por rendir homenaje a una de las figuras literarias más universales.