No era la primera vez que terminaba en el Juzgado de Violencia de Género, el joven zamorano estaba ya imputado por maltratar a su anterior pareja, a la que tiene prohibido aproximarse o comunicarse con ella a través de cualquier medio. El nuevo episodio violento del que se le acusa llevó directamente a un zarzal a su actual compañera sentimental, embarazada de tres meses, circunstancia que no impidió al detenido empujarla hasta dejarla literalmente sobre el matorral, lo que provocó lesiones a la mujer, según fuentes próximas al caso.

En libertad con cargos por este segundo delito de violencia de género, el investigado acumula ahora otra orden de alejamiento dictada por la juez de Zamora por la que tiene prohibido estar a menos de 750 metros de quien ha sido su compañera sentimental hasta ahora y a la que ya había agredido, al menos, en otra ocasión.

Durante la comparecencia en el Juzgado, la denunciante relató cómo el acusado llegó a patearle las piernas, lo que le causó moretones. La conducta violenta se ha repetido con anterioridad cuando llegó a romper el portátil de la presunta víctima, así como un televisor, de acuerdo con el relato que la zamorana realizó cuando compareció ante la juez, indican las mismas fuentes.

El hombre, que alegó desconocer que tenía ya una orden judicial para no aproximarse a su anterior pareja, declaró ante la magistrada que “estaba empastillado” cuando llevó a cabo algunos de los incidentes que la denunciante puso en conocimiento de la juez cuando prestó declaración.

El Juzgado ha abierto diligencias para investigar los episodios violentos que la mujer ha detallado para recabar pruebas que determinen si los hechos ocurrieron en los términos que ha expuesto la joven zamorana tras las lesiones que dice haber sufrido.