Las reclamaciones ante el Consejo Consultivo y el órgano de contratación del Sacyl por tres de las cuatro empresas que concurren al suministro de productos congelados para el Hospital Virgen de la Concha durante tres años, por un importe global de 988.069,50 euros, mantienen paralizado el procedimiento de adjudicación desde primeros de julio. Las reclamaciones ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (Tarcyl) de Castilla y León se han sucedido por considerar que la gerencia del Sacyl en Zamora ha descartado a las empresas en base a “criterios subjetivos en la valoración de las muestras” de los productos alimenticios ofertados de acuerdo con el pliego de condiciones, según los argumentos expuestos por los empresarios.

Los perjudicados, que subrayan “la importancia del montante económico” de la licitación para los empresarios, máxime en estos tiempos de grave crisis existente, puntualizan que las tres empresas eliminadas del proceso por el Sacyl se dedican a suministrar alimentos a hospitales y residencias, por lo que se muestran extrañados de que se haya optado por la única candidata que nunca ha dirigido su actividad a ese sector.

Las valoraciones denunciadas hacen referencia, por ejemplo, a que “el tamaño de la carne de las almejas congeladas” que incluye uno de los lotes “es demasiado pequeño”, a pesar de que el pliego no hace ninguna referencia a ese aspecto del crustáceo. El “agua” que desprende al cocinarse el solomillo de cerdo que aporta otra sociedad constituye otra de las causas que aduce el examen técnico para dejar fuera del proceso de selección a la empresa, de acuerdo con los datos aportados por los reclamantes. Estos están a la espera de que el órgano de contratación responda a sus alegaciones, "qué expliquen en qué se basan" para rechazar ciertos productos, abunda una afectada, máxime cuando la empresa que sería la adjudicataria “no había entregado dos muestras, una de pierna de cordero troceada hasta el mismo día en que se cerraba el plazo y a la misma hora establecida como límite, las dos de la tarde”, añade.

Además, denuncian que la sociedad finalista “no cumplía todos los requisitos porque presenta un lomo de merluza con agua y estabilizantes”, un criterio que sirvió para descartar una oferta, según pudieron comprobar al revisar la documentación en persona, “no se nos facilitó copia”.

El Tribunal de Recursos Contractuales ha dado respuesta ya a una de las reclamaciones para indicarle que “debemos esperar a que concluya el concurso para presentar un recurso contra la adjudicación”, un derecho al que los titulares de las firmas descartadas están decididas a ejercer, según han anunciado.

La notificación de la gerencia del Sacyl sobre la exclusión del concurso llegó a las tres empresas afectadas por la decisión el 28 de junio pasado, tras publicarse la resolución de las dos primeras fases del concurso de adjudicación diez días antes.

El pliego de condiciones para abastecer al Clínico durante los próximos dos años incluía pescado congelado, verduras y precocinados por un coste de 299.415 euros por ejercicio, un contrato prorrogable por otra anualidad más. El plazo de presentación de ofertas se cerró el 4 de junio, un mes después acudieron al Tarcyl. El concurso tiene tres fases, una administrativa que todas la empresas salvan sin dificultad; en la segunda se presentan las fichas técnicas y las muestras de cada uno de los alimentos que se ofertan para valorar la calidad de los mismos, sus características, y comprobar que cumplen con los requisitos exigidos. Las muestras se pueden cocinar. La última fase es la evaluación de los precios de cada artículo, que debe ir detallado.