Las perseidas, tradicionalmente conocidas como “Lágrimas de San Lorenzo”, son una de esas citas que uno no se puede perder. La lluvia de estrellas es uno de los acontecimientos más comunes durante las noches de verano, época en la que son más fáciles de observar por estar el cielo despejado de nubes. Por ello es recomendable saber cómo, cuándo o dónde podrán verse en su mayor totalidad.

Próxima lluvia de estrellas la noche del 12 de agosto: podremos ver 100 meteoros por hora.

Muy esperadas por los fanáticos y expertos en la astronomía, las perseidas tienen lugar todos los veranos entre los días 16 de julio y 24 de agosto, aproximadamente. No obstante, es durante sus últimos días cuando estas Lágrimas de San Lorenzo pueden observarse en su máxima plenitud. Este año, el “mejor día para verlas será de la noche del 12 al 13”, explica Joaquín Tapioles, miembro de la Agrupación Zamorana de Astronomía y arquitecto de su propio observatorio en San Agustín del Pozo. A partir de las 12 de la noche, cuando la luna ya se “haya metido” el espectáculo celeste podrá advertirse con una mayor facilidad. Sin embargo, el satélite natural de la Tierra podrá dificultar, en cierta medida, la visión al encontrarse en cuarto creciente.

En el momento de elegir el sitio más apropiado para contemplar el espectáculo celeste, se debe tener en cuenta la claridad o luminosidad que haya en el lugar, además de la contaminación lumínica que rodea a los grandes núcleos urbanos. Es por esto que se debe “huir” de las ciudades, especialmente de Zamora, Benavente y Toro, o de aquellos pueblos que cuenten con luces led si se quiere disfrutar al 100% de las Lágrimas de San Lorenzo.

“Los mejores sitios son las zonas rurales y a las afueras de los pueblos, casi en el campo”, asevera Tapioles. “También dentro de los propios pueblos podrían verse”, continúa, “pero tiene que ser una zona sin apenas farolas”. Para los que viven en las grandes localidades de la provincia, el miembro de la Asociación de Astronomía recomienda salir de ellas. Además, el lugar más idóneo es un sitio elevado y despejado, donde no haya edificios, montañas o árboles muy altos que complique la visión del firmamento.

Imagen de archivo de un aficionado mirando el cielo. Jose Luis Fernández

Para este año se espera que, aproximadamente, unos 100 cometas a la hora atraviesen el cielo nocturno, dejando impresionados a todos los que decidan contemplarlos. Sin embargo, la paciencia es clave en esta afición y es posible que se solo se logren ver unas pocas a la hora. “Los telescopios no son necesarios para poder verlos”, confirma el experto. “Tampoco es imprescindible llevar unos prismáticos”, ya que puede hacer que se pierda campo de visión y solo centrarse en un punto del firmamento, lo que impide la contemplación de todo el cielo.

Además de la luminosidad y la contaminación lumínica, también es importante saber dónde fijar la mirada para poder ver claramente la lluvia de estrellas, y no estar observando todas las partes del cielo. Para ello hay que tener en cuenta la dirección de los meteoros. Estos “salen de la constelación de Perseo”, una de las 48 constelaciones de Ptolomeo y que representa al héroe mitológico con el mismo nombre que decapitó a Medusa. Exactamente habrá que fijar la mirada a la derecha de la Estrella Polar, es decir, hacia el noroeste del cielo nocturno para no perderse ningún astro de luz de la noche.

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“Lo único que hay que hacer para poder disfrutar de este espectáculo es salir de la ciudad o del pueblo, tumbarse en una manta, o directamente sobre el suelo, y simplemente observar el cielo”, concluye el experto en astrología Joaquín Tapioles.

Además de esta exhibición celeste, durante el octavo mes del año hubo y habrá algunos otros espectáculos. El pasado 2 de agosto se produjo la oposición de Saturno entre la Tierra y el Sol. Lo mismo ocurrirá el 19 con el planeta rojo (Marte) y Mercurio, día en el que ambos globos podrán verse y fotografiarse con facilidad. También, el 22 la Luna estará de nuevo llena, y para finales de mes se encontrará en fase de decrecimiento.