La obra del Banco de España cumple cinco años desde que Francisco Guarido firmara con la UTE Urvios-Proforma el acta de replanteo que daba el pistoletazo de salida hacia ninguna parte. Aquel mes de agosto de 2016 se convirtió en el inicio del proyecto que más quebraderos de cabeza ha dado al equipo de Gobierno formado por Izquierda Unida, inicialmente con el Partido Socialista y después en solitario. Ha pasado un lustro y tres procesos de adjudicación que han resultado fallidos. Por el camino ha habido dos espantadas y una licitación declarada desierta ante la falta de atractivo. Y siempre, en todo el proceso, ha planeado la sombra de que premiar la oferta más ventajosa económicamente no siempre es la mejor opción. Tanto es así que el Ayuntamiento de Zamora ha tenido que entonar el “mea culpa” en alguna que otra ocasión y ha incrementado el presupuesto en medio millón de euros para poder terminar de una vez por todas la reforma. De ello depende el traslado de la Policía Municipal y el nuevo Museo de Baltasar Lobo.

Este proyecto fallido ha sido la diana de la oposición a Francisco Guarido a lo largo de los últimos cinco años. Ayer mismo, el grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora ha visitado el edificio del Banco de España para denunciar el retraso en una actuación estratégica para la ciudad. Para la portavoz popular, Mayte Martín Pozo, todo lo ocurrido tiene que ver “con las formas” del equipo de Gobierno de Izquierda Unida. “Son los únicos culpables de que esta situación se repita con todos los contratos que lanzan y para los que tan solo prima el criterio económico”, ha expresado la representante.

Víctor López de la Parte, viceportavoz del grupo municipal, ha criticado también el reciente acuerdo extrajudicial con la UTE Emergis-Alea, la última de las adjudicatarias que ni si quiera ha llegado a pisar el edificio de Cristo Rey. “Lo que ha hecho el equipo de Gobierno es acceder al chantaje de estas empresas para poder licitar de nuevo la obra; si el proceso se hubiera judicializado, Guarido tenía imposible resolver este proyecto en el presente mandato”, ha defendido. Y ha ido más allá: “Lo que existe aquí es un incumplimiento de contrato por parte de la adjudicataria y el Ayuntamiento de Zamora debería luchar por los intereses de todos los ciudadanos y no entregar esos 31.000 euros de fianza que son de todos”.

Mayte Martín Pozo y Víctor López de la Parte, ayer, frente al edificio del Banco de España. | Cedida

Francisco Guarido, no obstante, ha salido en defensa de ese acuerdo extrajudicial, que justifica como necesario “ante lo incierto del proceso judicial” para ambas partes. Según el texto del citado acuerdo, desvelado por el alcalde, literalmente se dicta que “no se puede atribuir la causa del no cumplimiento del contrato a ninguna de las partes”. No puede ser de otra manera porque, si no, no habría acuerdo alguno. El regidor, además, ha recordado que el equipo de Gobierno “ha hecho autocrítica en diversas ocasiones” en lo referente a este proyecto, que no ha terminado de encontrar acomodo entre los planes de ninguna de sus adjudicatarias. No en vano, la UTE Urvios-Proforma apenas tiró una serie de tabiques para completar un tercio de lo proyectado y la Emergis-Alea prácticamente ni ha entrado en el recinto, de acuerdo con la información que en anteriores ocasiones se ha proporcionado desde el propio equipo de Gobierno.

El pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Zamora anunciaba un incremento presupuestario para concluir de una vez por todas la obra del Banco de España en el que será su cuarto procedimiento de licitación. En esta ocasión, el montante ascenderá a 1,1 millones de euros, lo que se traduce en casi medio millón de euros más que los 633.000 euros con los que la UTE Urvios-Proforma se llevó la adjudicación en el año 2006. Este aumento se justifica, de acuerdo a la explicación del equipo de Gobierno, en una serie de “mejoras en las instalaciones”, pero también en un “ajuste de los precios”. De hecho, en ese mes de mayo se produjo esa autocrítica de la que hablaba ayer Francisco Guarido y que salió de su propia boca. “Quizá, ese primer proyecto no estaba bien ajustado del todo”, dijo.

Ahora, el Ayuntamiento de Zamora tiene ya vía libre para poder sacar adelante el nuevo contrato tras el acuerdo extrajudicial. Y todos en Zamora desean que este resulte el definitivo.