Iberdrola rompe su silencio después de tres semanas en las que el vaciado del embalse de Ricobayo para producir energía hidroeléctrica ha centrado el debate público en la provincia de Zamora, con denuncias en los Juzgados y en el Defensor del Pueblo, críticas vertidas desde la Diputación Provincial acerca de la gestión que la compañía eléctrica realiza de este pantano, o la movilización de los municipios ribereños con el objetivo de cambiar las condiciones de explotación de la central hidroeléctrica.

Ayer, la presa de Ricobayo almacenaba 137 hectómetros cúbicos de agua, algo menos del 12% del la capacidad máxima de embalsamiento. Hace solo dos meses la cantidad de agua disponible era cinco veces mayor (664 hectómetros), y hace cinco meses ocho veces mayor (1.125 hectómetros).

Iberdrola achaca este vaciado de la presa al alto precio del gas en los mercados internacionales, que obligan a generar energía hidroeléctrica para satisfacer las necesidades energéticas de España “a un precio inferior” al que habría “si esa demanda se hubiese cubierto con centrales de mayor coste”.

Con todo y con eso, el precio de la luz marcaba ayer un nuevo máximo histórico en España, a 106,74 euros el megavatio hora, casi el triple que en el segundo lunes de agosto de 2020.

Desde la compañía Iberdrola han explicado a este diario que “en España, como en Europa, el mercado es el que determina la producción de energía eléctrica proveniente de distintas fuentes de generación”. En el caso de la generación hidroeléctrica, los gestores la ponen a disposición del sistema y, a través del mercado, se utiliza “cuando más se necesita, bien porque no hay disposición suficiente de otras fuentes de generación o bien porque sustituye a otras más caras, y siempre atendiendo a su carácter limitado”.

En los últimos meses, en los que se ha producido ese encarecimiento del gas en los mercados internacionales, “el sistema español ha podido contar con la producción hidroeléctrica para satisfacer la demanda a un precio inferior” que si solo se contara con otras fuentes de energía, destacan desde Iberdrola.

La compañía insiste en que esta producción hidroeléctrica en Ricobayo “limita la escalada de precios de la electricidad asociada al incremento de los precios del gas” y añade que se ha dado en un momento de “escasas aportaciones hidráulicas en los embalses, reduciéndose las reservas disponibles con carácter coyuntural, que se recuperarán en época de lluvias”.

Además, afirman que “la explotación de los embalses, conforme a las necesidades del sistema, se realiza siguiendo todos los condicionantes medioambientales establecidos, y en contacto y coordinación con las autoridades competentes”.

En particular, en el caso de Ricobayo, la explotación, según Iberdrola, se está llevando a cabo “dentro del rango permitido y de la normalidad” y recuerdan que el embalse del Esla ha alcanzado un nivel similar e incluso inferior al actual “hasta en ocho ocasiones en los últimos 25 años”.

Por otro lado, la eléctrica asegura que en este tiempo “se han duplicado los controles de calidad del agua que se realizan habitualmente, con el objetivo de controlar el riesgo de afección del medio acuático” y que hasta la fecha “no se ha detectado ningún parámetro que presente valores fuera de lo habitual”.

Por último, los responsables de Iberdrola afirman que “la única concesión de abastecimiento informada pertenece al Ayuntamiento de Muelas del Pan” y que el contacto entre la empresa y las autoridades de este municipio ha sido “permanente”.

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La compañía eléctrica ha declinado pronunciarse sobre las condiciones o la duración del contrato de explotación de la central hidroeléctrica de Ricobayo, que lleva generando energía desde 1935.

TODO SOBRE EL "VACIAMIENTO" DEL EMBALSE DE RICOBAYO