La compraventa de viviendas se ha disparado en Zamora un 217% durante el mes de junio, en relación al año pasado, momento en el que el país abandonaba el confinamiento de la primera ola de COVID. Los datos, divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), señalan un aumento generalizado en Castilla y León, que alcanzó el 82%, ocho puntos más que la media nacional.

A pesar de las halagüeñas cifras sobre el papel, los trabajadores del sector se muestran celosos, y no se atreven a calificar como boyante el negocio inmobiliario de la provincia “estábamos tan abajo que a poco que ha mejorado, parece algo”, explica Delmi Gallego, de la inmobiliaria Ibercasa de la capital.

En la inmobiliaria Reyna, su gerente, Aurelio de Miguel, cree que los macrodatos de los informes no se corresponden con la situación a pie de calle en Zamora, y en referencia a la subida en más de un doscientos por cien, dice que no sabe “de dónde han sacado esos datos”. Para el tasador judicial Jose Luis Elizondo, las buena cifras de junio son aisladas y corresponden al ciclo de venta que “cada año” se repite en la provincia, explica. “Sobre mayo y junio, el mercado se anima” dos meses en los que la gente de fuera viene a vender los pisos de los familiares. También es cuando más ventas de fincas de recreo y chalets para las vacaciones se producen, uno de los pocos filones activos del mercado inmobiliario local. “En verano todo para, y en septiembre vuelve a activarse”.