ADIF está realizando recorridos con trenes a velocidad máxima como parte de la fase de pruebas del sistema ERTMS del tramo de Pedralba de la Pradería a Orense, correspondiente a la Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia. Este periodo de ensayos está planificado con el objetivo marcado de puesta en servicio del trayecto antes de la finalización del año 2021.

En los ejercicios se alcanzan las velocidades máximas permitidas en el tramo, de 300 kilómetros por hora, y se incluyen recorridos de persecución, con dos trenes circulando por la misma vía y en el mismo sentido, manteniendo la distancia de seguridad que marca la explotación ferroviaria, así como circulaciones en paralelo, en el mismo sentido y en sentido contrario.

Las pruebas se realizan por ambas vías y ambos sentidos entre Sanabria Alta Velocidad y Orense, un tramo de unos 128 kilómetros, y se ejecutan en horario nocturno para no interferir en el servicio ferroviario comercial en los tramos Sanabria-Pedralba y Taboadela-Orense. Durante el desarrollo de estos ejercicios están llegando en pruebas a la ciudad gallega los primeros trenes de alta velocidad S-112.

El tramo de nueva construcción supone la entrada de la alta velocidad en Galicia, cruzando transversalmente la provincia de Orense desde el límite con Zamora, en el sureste, con un trazado que transita al norte de la autopista A-52 hasta la capital provincial. Es el tramo más complejo de toda la línea desde el punto de vista orográfico y geotécnico.

Esta circunstancia y la premisa de conseguir unos parámetros propios de alta velocidad obligan a que gran parte del trazado discurra en túnel hasta su destino final. La estación orensana está llamada a ser un estratégico nudo de alta velocidad, ya que será el origen y destino no solo del tramo a Santiago, sino también de los que se dirigirán a Lugo, por un lado, y a Pontevedra y Vigo, por otro, dos actuaciones básicas para extender la alta velocidad en Galicia, según explicaron este viernes los responsables de ADIF.