Vivir como un caracol durante algo más de una semana se está volviendo costumbre, y es que cada vez es más común ver los parkings de caravanas “hasta los topes” de este tipo de vehículos o de furgonetas camperizadas, es decir, una especie de híbrido entre una caravana y una furgoneta.

Tras el confinamiento, muchos estaban deseosos de salir de casa, por lo que algunos se decantaron por este medio de transporte en vacaciones. Además, el miedo a las posibles aglomeraciones en los hoteles o los restaurantes también es una de las claves por las que este sector ha ganado tanta repercusión desde el último año.

Dos caravanas en el parking del Área de Valorio. | Emilio Fraile

“El sector del alquiler de caravanas ha venido en crecimiento en España desde hace ya más de 4 ó 5 años, pero el coronavirus ha sido el empujón que necesitaba para acabar de asentarse”, asegura Carlos Calleja, trabajador de un negocio de alquiler en Coreses, a unos kilómetros de la capital Zamorana. “La pandemia ha supuesto (para bien) un antes y un después en la industria”, asegura Lorena Lozano, que se encarga de una compañía en Zamora. “El año pasado, por estas fechas, el alquiler de vehículos era mucho mayor que el que hemos tenido durante este último mes de julio”, concluye Lozano.

No obstante, el COVID-19 también les ha puesto trabas durante la temporada veraniega del año pasado. “Hubo cierto escepticismo y no arrancamos hasta mediados de julio, luego vino la segunda ola y solo pudimos trabajar durante un mes y medio”, asevera el empresario de Coreses.

Los que se animan a experimentar este tipo de vacaciones sobre ruedas suelen ser familias, normalmente con dos niños de entre 5 y 10 años, y algunos grupos de amigos. “Últimamente, los clientes que llegan hasta aquí son nuevos en este mundillo, hasta el año pasado solían venir las mismas familias de siempre”, apunta Lorena. “Normalmente suelen elegir caravanas de cinco o de seis plazas, porque sienten que las más grandes pueden consumir más combustible. De todas formas, el mes de agosto lo tenemos a tope y ya hemos reservados todos los vehículos”. “Desde que empezó la pandemia estamos viendo a más grupos de jóvenes y parejas”, señala Carlos. “Estas últimas suelen preferir algo un poco más pequeño, como las furgonetas camperizadas, que también están muy de moda”.

Área de caravanas de Valorio. | Emilio Fraile

Los precios de alquiler de los vehículos rondan los 140 euros por día, todo depende del número de plazas de las que la caravana disponga. Además, lo normal es que las familias, jóvenes o parejas las arrienden durante una semana o 10 días, como máximo, en la época de verano; mientras que en invierno estos días se reducen considerablemente hasta los dos o tres, para poder disfrutar un fin de semana en la carretera.

Cabe destacar que, para poder alquilar uno de estos vehículos, solo se necesita que el conductor tenga el permiso de conducir B, además de los requisitos que establezca la empresa que las alquila. “Normalmente, los seguros de alquileres de caravanas exigen que las personas que conducen sean mayores de 25 y que tengan, por lo menos, una antigüedad de 2 años con el carnet”, explica Calleja.

Desde hace ya varios años, la ciudad zamorana cuenta con las instalaciones adecuadas y totalmente gratuitas para a que estos vehículos puedan aparcar y vaciar sus depósitos, tanto de aguas grises como de las negras, mientras sus inquilinos hacen un pequeña visita por la capital. Cabe señalar, que el parking del Área de Valorio cuenta con espacio suficiente para albergar hasta 30 vehículos, que no podrán estar estacionados más de 48 horas, y está rodeado de una gran zona verde con parques, canchas y el carril bici.