La rotura de una tubería de agua potable en la calle de Campo de Marte ha dado lugar a una exhaustiva evaluación del subsuelo para tratar de averiguar si se trata de una avería puntual o de un problema de mayor envergadura. Los operarios municipales utilizaron toda la jornada de ayer para descender a los cinco pozos visitables que se sitúan a unos seis metros de profundidad, al objeto de ofrecer un diagnóstico más fidedigno sobre lo ocurrido y las posibles soluciones. Una operación complicada que está siendo llevada a cabo “con toda la precaución”, como así informan desde el equipo de Gobierno, dados los peligros que este descenso conlleva. Cuando se obtengan todos los datos, será el momento de decidir si se ejecuta un arreglo en el punto de la rotura o si, por el contrario, hay que abordar una actuación de calado en este importante tramo de la red.

El concejal de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, ha explicado en declaraciones a este diario que todavía pasarán unas jornadas hasta poder ofrecer una solución a esta avería en Campo de Marte. “Es pronto para decidir. Tenemos localizada la avería, el punto concreto por donde se rompió, pero ahora estamos comprobando el estado de los cinco pozos visitables que dan acceso a la tubería”, ha explicado. El objetivo es evaluar la zona para comprobar “si hay que actuar solo en la rotura o en más tramo” de esta zona y a tal efecto se está trabajando. “Es una operación complicada que requiere de la colaboración de los bomberos por razones de seguridad”, ha añadido. No en vano, los pozos están a casi seis metros y se requiere la utilización de arnés, cable, servicio de recuperación de personas, ventilación y detector de gases.

Los cinco pozos se encuentran bajo el suelo de Campo de Marte, a unos cinco metros los unos de los otros. Y, precisamente, la rotura se ha producido en uno de ellos, por lo que es necesario evaluar posibles problemas en los demás. “Si hubiera un mal estado generalizado en todos los pozos, se podría plantear una renovación completa de todo este entramado”, ha expresado Fernández. “Ahora bien, en ese escenario, estaríamos hablando de una obra de muchísima importancia. Hay que tener en cuenta que son 600 milímetros de tubería que habría que cambiar para evitar que siguiera dando problemas”, ha comentado. Ese es el trabajo ahora de los operarios, que deberán ver cuál es el estado de la tubería antes de que los técnicos decidan. “Visualmente parece que está bien, pero hay que analizarlo todo con la precaución debida para poder decidir con todos los argumentos”, ha apuntado.

Las tuberías, de acuerdo a la información proporcionada por el Ayuntamiento de Zamora, tienen en torno a cincuenta años. Se trata de tuberías de hierro diseñadas precisamente para aguantar largos periodos de tiempo en servicio y, siempre, más de estas cinco décadas que han transcurrido hasta la rotura que recientemente se ha producido, por lo que desde la administración se está trabajando para averiguar cuál ha sido el problema y solucionarlo en el periodo más corto de tiempo.