La quinta ola sigue aquí, pero el pico de contagios ha quedado atrás. Zamora continúa mejorando su incidencia de forma lenta pero constante, y ya ha logrado rebajar a la mitad su cifra de casos semanales en relación a los peores días de este arreón veraniego del COVID. No en vano, si entre el 5 y el 11 de julio la provincia registró 858 positivos, las últimas siete jornadas se han saldado con 424, una circunstancia que deja patente la tendencia favorable que arrastra el territorio de un tiempo a esta parte.

Además, esa inercia positiva es un hecho desde hace un tiempo. Zamora ha cerrado las tres últimas semanas con mejores datos que cada una de las anteriores. En este caso, los 424 contagios detectados desde el pasado lunes hasta ayer domingo se quedan a 52 de los 476 que se reportaron en los siete días previos. Es más, el número de positivos semanales no era tan bajo en la provincia desde finales de junio, cuando la calma gobernaba el ambiente antes de la explosión repentina de la quinta ola.

Ese nuevo golpe del COVID ha protagonizado un mes de julio que se saldó con 2.882 contagios en Zamora, en torno a un 17% del total de casos confirmados en la provincia durante toda la pandemia. Para dimensionar este dato, solo hay que mirar los positivos registrados en enero, el mes de la tercera ola, cuando las UCI se llenaron, se decretó el toque de queda a las ocho de la tarde en las calles y el impacto de la Navidad se llevó por delante la mejoría incipiente percibida a comienzos de diciembre. En ese primer mes de 2021, Sanidad comunicó 3.129 infecciones por COVID en la provincia.

En este punto, resulta pertinente aludir al impacto de la vacuna, un efecto que ha logrado evitar decenas de muertes y centenares de hospitalizaciones de personas de riesgo, a pesar de la presencia de nuevas variantes. De hecho, enero se cerró con 40 muertes por COVID y 138 hospitalizados al concluir el mes; julio se ha ido dejando tras de sí la pérdida de dos vidas a causa del coronavirus y apenas 31 ingresados en el Complejo Asistencial de Zamora.

La diferencia resulta evidente, más allá de que los casos sigan produciéndose y del impacto que esta quinta ola ha tenido entre la población joven, cuyo acceso a la vacuna también facilitará que las hospitalizaciones en estos grupos de edad se vayan reduciendo paulatinamente.

En cuanto a los datos de las últimas horas, el efecto del fin de semana volvió a dejar a Zamora con una cifra de contagios más baja que en los días precedentes. La provincia sumó solamente trece positivos nuevos, aunque cabe esperar que el martes o el miércoles se compense en el parte el posible desfase de positivos.

La mejor noticia del día volvió a ser la ausencia de fallecimientos, una cuestión que había sido la tónica desde el 25 de junio hasta el pasado 26 de julio, pero que esta semana volvió a trasladar el drama a dos familias zamoranas con otras tantas muertes que recordaron el peligro de este virus.

Los sanitarios administran 231.386 dosis en siete meses de vacunación

Los sanitarios han administrado 231.386 dosis de la vacuna contra el COVID en Zamora desde el inicio del proceso el pasado 30 de diciembre. Esto ha servido para que tres de cada cuatro ciudadanos de la provincia tengan ya la primera dosis y para que dos de cada tres hayan completado la pauta en el camino hacia una inmunidad de grupo que se antoja necesaria para ir recuperándole terreno al virus. Este es el balance de la vacunación durante los siete primeros meses de un proceso que comenzó con los usuarios de las residencias, los sanitarios y los nonagenarios y octogenarios, y que ahora empieza a alcanzar ya a los nacidos en el siglo XXI. Durante la semana que acaba de terminar, los profesionales repartieron 6.700 pinchazos, la mayoría a jóvenes nacidos en los 90 que, a la espera de la segunda dosis, ahora cederán el testigo al grupo de edad que les sucede.

En ese sentido, la previsión de Sanidad es vacunar a las generaciones de 1997, 1998, 1999, 2000, 2001 y 2002 entre mañana y pasado y completar esta semana la pauta de las generaciones del 83 al 85. De hecho, hoy ya será el turno de los zamoranos de 36 y 37 años que fueron vacunados con Pfizer en Ifeza el pasado 12 de julio. A partir de ahí, y más allá de la previsión de las segundas dosis, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunció recientemente que, en los próximos días, se pondrá en marcha en sistema de autocita a través de la aplicación Sacyl Conecta para tratar de llegar a todos los jóvenes y adolescentes.

Las tarjetas de desplazado proliferan durante el verano

Los desplazados de otras comunidades que solicitan la tarjeta sanitaria provisional en la provincia siguen aumentando durante el verano. La Junta de Castilla y León tan solo ha actualizado los datos hasta el mes de junio, pero esa tendencia ya se percibe en Zamora, especialmente entre las personas procedentes de la Comunidad de Madrid, País Vasco o incluso Asturias. En ese sentido, sindicatos como CSIF ya han aludido a esta circunstancia para denunciar la carencia de efectivos de las plantillas sanitarias de la provincia.

No en vano, los profesionales de Sacyl de Zamora han intentado asumir, en la primera mitad de julio, el aumento de más de 15.000 tarjetas sanitarias procedentes de personas desplazadas de otras comunidades, según datos facilitados por la citada organización. Según CSIF, la cifra se incrementa hasta los 90.000 en el conjunto de Castilla y León, una circunstancia que invita a pensar que “el aumento de usuarios en Atención Primaria durante agosto se disparará exponencialmente, porque los pueblos se llenan”. “La situación será crítica en la primera quincena del mes”, pues al incremento de las tarjetas de desplazados se suman quienes pasan sus vacaciones en los pueblos de Castilla y León, que no solicitan esa tarjeta. Solo la reclaman algunos de los que están temporadas largas.