La música de Joana Amendoeira abre esta noche la XIX edición del Festival de Fados de Castilla y León de este año, organizada por la Fundación Rei Afonso Henriques (FRAH) y la Fundación Caja Rural de Zamora, en colaboración del Ayuntamiento y la Diputación de la capital. La fadista lusa actuará junto al guitarrista Pedro Amendoeira y João Filipe con la viola de fado. La artista portuguesa, que ya había participado en otras ocasiones en el festival, ha sido elegida como cabeza de apertura del cartel por “la evolución musical que ha conseguido a lo largo de los años”, explica José Luis González Prada, secretario de FRAH.

A Amendoeira se le unirán los días 30 y 31 de julio las fadistas Diana Vilarinho y Maura Airez, con Mário Pacheco a la guitarra portuguesa, Flávio César Cardoso con la viola de fado y José Souto Moura como invitado. Las tres artistas lusas, que darán sus actuaciones en ábside del convento de San Francisco, son el grueso del programa de esta edición. Para cerrar este programa, el 7 de agosto actuará la fadista Helena Sarmento, en el mirador del Teatro Ramos Carrión, junto a Pedro Martins y Yuri Reis, a la guitarra y la viola.

La fundación pretende que la gran protagonista de la decimonovena edición del festival sea la guitarra portuguesa de Mário Pacheco y Pedro Amendoeira, cuyos instrumentos de 12 cuerdas son típicos de los fados, la música lusa a través de la cual se expresan experiencias vividas mediante el canto.

José Luis González confiesa que desde la fundación están “muy contentos e ilusionados con la acogida que ha tenido el festival por parte de los zamoranos en esta edición. Y es que, debido a la pandemia, se esperaba que, pese a ser uno de los actos más esperados por la ciudad, no hubiera tanta participación e interés. “Aunque faltan algunas entradas por vender, todas las actuaciones están casi al completo”. Este año, una de las medidas sanitarias es la de establecer un aforo limitado al 50% (algo más de 150 sillas), por lo que “muchos se han adelantado a comprar sus boletos”, asegura González. “Creemos, y también esperamos, que el tiempo acompañará durante las jornadas”, concluye.

Como medidas de seguridad adicionales al control del aforo se suma la distancia de seguridad de 1,5 metros entre butaca y butaca, aunque las actuaciones serán al aire libre, los espectadores tendrán que llevar en todo momento la mascarilla y antes de acceder al recinto, se les tomará la temperatura a cada uno. Además, a diferencia con otros años en las que solía haber una barra, estará prohibido la consumición de bebidas, refrescos o comida entre actuación y actuación, con el objetivo de evitar aglomeraciones entorno al mostrador y, también, que los asistentes estén constantemente retirándose la mascarilla.