La evolución de la quinta ola de la pandemia complica que el 2 de agosto se puedan suavizar las restricciones impuestas el pasado martes a la hostelería y al ocio nocturno. Así lo indicó este martes la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que subrayó que la “velocidad” de los contagios en los últimos días “no indica que se puedan levantar rápidamente” medidas como la prohibición del consumo de pie o en barra, la limitación de los grupos en mesas o el cierre de las peñas y de las discotecas.

Eso sí, Casado también aclaró que la idea de la Junta de Castilla y León es mantener el escenario actual, sin nuevas restricciones a partir de este jueves: “Vamos a evaluar las ya vigentes”, señaló la consejera de Sanidad, que recordó que “doce días después de la limitación al ocio nocturno”, declarada el pasado 8 de julio, comenzó el descenso de la curva de contagios, una bajada que, a su juicio, se ha consolidado gracias a las decisiones tomadas posteriormente.

En todo caso, Verónica Casado aludió a tres cuestiones como las más importantes a la hora de controlar la evolución de la pandemia: la primera de ellas es la vacunación, que avanza a buen ritmo, aunque Castilla y León “necesita recibir más dosis”; la segunda está basada en el uso de la mascarilla, que ya no es obligatorio al aire libre desde hace más de un mes, lo cual da “una sensación de falsa seguridad”; y la tercera consiste en la aplicación del toque de queda, que el Gobierno autonómico optó por no solicitar de cara a esta quinta ola, ante el informe redactado por sus propios servicios jurídicos.

Ante la imposibilidad de aplicar esta última restricción, Casado insistió este viernes en la necesidad de aprobar una ley de pandemias que determine claramente lo que se puede hacer y lo que no en un escenario como este: “España necesita medidas globales y no puede estar expuesta a la actual debilidad que supone trasladar al poder judicial lo que le corresponde al ejecutivo y al legislativo”, deslizó la consejera de Sanidad.

La Junta sí reconoce una “ralentización” de los casos en la provincia

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, también indicó que la tendencia actual muestra una “ralentización” de los casos de coronavirus en la provincia y en el resto de la comunidad autónoma. “La incidencia está disminuyendo y la impresión es que hemos tocado techo”, deslizó la responsable autonómica, que no se suele prodigar demasiado en declaraciones aventuradas.

En todo caso, Casado aseguró que la “dureza” de la quinta ola “se está dejando notar” y recordó que las distintas provincias y los principales municipios de Castilla y León han alcanzado “una situación de riesgo muy alto”. Todo ello, a pesar de que las vacunas están cumpliendo su función y están limitando los efectos del elevado volumen de contagios que se está detectando, según constató la consejera.

En cuanto a los grupos de edad, Casado subrayó que la incidencia sigue siendo especialmente elevada entre los adolescentes y jóvenes que tienen entre 12 y 29 años, aunque matizó que los contagios se detectan ya en todas las franjas. De hecho, los brotes, que en el inicio de esta quinta ola eran de carácter social, se han trasladado también al ámbito familiar, lo que está contribuyendo a una expansión intergeneracional del coronavirus.

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