Después de 31 días sin fallecidos por coronavirus, Sanidad comunicó este lunes la llegada de la primera víctima mortal de la quinta ola al Complejo Asistencial de Zamora. La noticia supone un jarro de agua fría para una provincia que había esquivado el drama de los fallecimientos a causa del COVID desde el pasado 25 de junio, y eleva la cifra total de decesos relacionados con la pandemia en las dependencias hospitalarias hasta los 438 desde marzo de 2020.

Esta muerte es la tercera que se contabiliza en Zamora en los últimos dos meses, un periodo en el que se han detectado cerca de 3.000 nuevos contagios. Esa escasez de fallecidos en relación con la cantidad de positivos notificados muestra la eficacia de la vacunación a la hora de prevenir los casos más graves, especialmente en esta quinta ola en la que los contagios se han disparado hasta los peores números de la pandemia.

No en vano, la propia gerente del Complejo Asistencial, Montserrat Chimeno, reconoció la semana pasada que, con la cifra de casos reportada desde principios de julio, solo el proceso de inmunización estaba evitando que esta ola fuese la peor desde el punto de vista de las hospitalizaciones. Aun así, la ocupación de camas resulta preocupante, con cuarenta ingresados en planta y cuatro en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Esos son los datos de un día en el que Sanidad confirmó 17 nuevos casos de COVID en Zamora, una cifra baja, en la línea habitual de los lunes. El descenso real, si es que se produce, se percibirá a partir de hoy y mañana, cuando suelen ajustarse los partes tras el fin de semana. Aun así, el informe diario resultó esperanzador desde el punto de vista del descenso de los brotes activos, que bajaron de los 93 del viernes a los 77 de ayer, con 582 contagios vinculados.

En lo referente a la incidencia acumulada a 14 días, Zamora se sitúa en 616 casos por cada 100.000 habitantes, casi 200 puntos por debajo de la media de la comunidad autónoma. Además, la tasa desciende hasta los 265 si solamente se tienen en cuenta los siete últimos días, lo que muestra una tendencia positiva.

No en vano, durante la reunión mantenida este lunes por el Cecopi, la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián, señaló que “la curva de contagios se está estabilizando tanto en la provincia como en la comunidad”, aunque dejó patente que resulta “imprescindible actual de forma responsable para evitar un retroceso y una carga de trabajo aun mayor para el personal sanitario”.

Insistencia con la precaución en los pueblos

En este punto, San Damián volvió a insistir en la importancia de evitar las celebraciones y los eventos multitudinarios y puso el foco de nuevo en los ayuntamientos para reclamar prudencia. Agosto comienza este fin de semana, y con él llegan las fechas señaladas en rojo para los pueblos, una circunstancia que está llevando a la delegada territorial a ser muy insistente con la necesidad de poner la vista en la coyuntura sanitaria antes de organizar festejos inapropiados.

Mientras tanto, la vacunación sigue avanzando en una provincia que ya tiene a un 65% de la población totalmente inmunizada y a un 72% de los ciudadanos con, al menos, una dosis. Este mismo lunes recibieron el segundo pinchazo los nacidos en 1982, mientras que mañana mismo comenzarán a desfilar por Ifeza las generaciones de 1991 a 1996, que serán los siguientes en iniciar el proceso.

En cuanto a la recepción de vacunas, Zamora ha recibido 5.980 dosis en el marco del nuevo envío semanal coordinado por el Ministerio de Sanidad: 4.680 de Pfizer y 1.300 de Moderna. Sigue siendo un descenso bastante acusado con respecto a las mejores semanas, algo que puede ralentizar el proceso.