Un informe de la Dirección General de Salud Pública de Castilla y León notificó 2.674 abortos en la comunidad en 2019, el último ejercicio con datos previo a la pandemia. En total, suponen un 4,8% más que en el año 2018.

La interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es la alternativa a la que recurren siete de cada 1.000 mujeres residentes en Castilla y León. Una cifra situada “muy por debajo”, según Sanidad, de la tasa nacional de 2018 (11,12 por 1.000 mujeres).

La edad de las mujeres que abortan en la comunidad se encuentra comprendida entre los 13 y los 49 años. Según el informe ofrecido por Ical, cerca del 80% de las interrupciones se registran en mujeres de edad entre los 20 y 39 años. Además, el mayor número se da a los 24 años con 124 casos contabilizados. Esto se debe a que a partir de esa edad es superior el número de mujeres que conviven en pareja. Asimismo, el 51,7% de estas no tienen hijos a su cargo y casi las tres cuartas partes son nacidas en España (73%).

El informe también recoge datos sobre el nivel de estudios. El 30,5% de las mujeres que abortan en Castilla y León tienen estudios de Bachillerato o Formación Profesional y tan solo el 0,52% son analfabetas o no tienen estudios. Por esto, el 62,6% tiene trabajo e ingresos económicos propios.

Una de cada tres mujeres que realiza una interrupción voluntaria del embarazo no emplea métodos anticonceptivos de forma habitual. De utilizarlos, acorde con la agencia Ical, los más frecuentes son los de barrera (62%) y las hormonas (33,2%). Además, el 87,5% de las veces la interrupción se realiza por petición de la mujer.

En Castilla y León, más de la mitad de las IVE cuentan con financiación pública. Durante 2019, Salamanca, Burgos y Zamora son las provincias que presentan un mayor porcentaje de abortos financiados (79,9%, 75,6% y 69,9% respectivamente). Por el contrario, en Palencia y León predomina la financiación privada.

El mayor número de abortos se registró en las provincias de León y Valladolid, que conjuntamente suponen más de la mitad del total. Las zamoranas representan un 5,5%, solo por encima de Soria que presenta el menor número de casos con un 4,2%.

Desde el año 2001, el mayor ‘pico’ se produjo en 2011 con 3.582. A partir de ese año, el número descendió progresivamente hasta 2014, ejercicio en que se estabilizaron, con un ligero aumento en 2015 y 2019, hasta la actualidad.