La Policía Municipal ha vivido una agitada madrugada del sábado tras recibir varias llamadas de vecinos denunciando fiestas en domicilios y aglomeraciones de jóvenes en zonas como la Central de Transportes.

Tras la entrada en vigor de las nuevas restricciones, el ocio nocturno de la ciudad ha quedado reducido de nuevo con el obligado cierre a las 02.00 horas de la madrugada de pubs y discotecas.

Algo que algunos jóvenes no parecen estar dispuestos a aceptar como quedaba demostrado la madrugada de ayer con unos efectivos de la policía que no daban a basto para atender las denuncias. Sin embargo, según la responsable en el Ayuntamiento de Seguridad Ciudadana, Concha Rosales, no se llevó a cabo ninguna intervención directa “Ya que es difícil acreditar el piso exacto o el lugar exacto en el que se está llevando a cabo la “fiesta” si cuando llegan los efectivos todo el mundo se calla. No pueden ir piso por piso comprobando dónde está el jaleo”.

En cuanto al uso que se está haciendo actualmente del Centro de Transportes, Rosales confirma que avisaron de coches aparcados en las inmediaciones: “La central no es un lugar de copas pero cuando llegaron los agentes no quedaba nadie”.