La Comisión Territorial de Patrimonio ha autorizado las obras para convertir el ayuntamiento viejo en Museo de Baltasar Lobo después de que el Ayuntamiento de Zamora haya tomado cuenta de las exigencias planteadas por el órgano dependiente de la Junta de Castilla y León. Una decisión que llega apenas un mes después del rifirrafe mantenido entre los máximos representantes de ambas instituciones, Clara San Damián y Francisco Guarido, a cuenta precisamente de esas especificaciones que la Delegación habría transmitido al equipo de Gobierno. Una serie de informes que desde la administración local fueron considerados como “trabas” al proyecto, pero que finalmente se solventarán para poder llevar a cabo un proyecto enquistado.

La polémica sobre esta obra nacía hace pocas semanas, cuando Francisco Guarido denunciaba un “exceso de celo” de la Junta de Castilla y León a la hora de autorizar la intervención desde el departamento de Patrimonio. De acuerdo al testimonio del alcalde, desde la administración regional se había pedido un mapa de diagnóstico de la piedra de la fachada, algo que había contrariado al equipo de Gobierno local por considerar que solo se iba a actuar en el interior y no en los lienzos exteriores.

Una denuncia que encontró la inmediata respuesta de la delegada territorial, Clara San Damián, quien pidió que no se pusiera en cuestión el trabajo de los profesionales que velan por el cumplimiento de la legalidad y el buen estado del patrimonio cultural, que además “es valorado muy positivamente por la ciudadanía en general y conforma un motor del turismo” en la provincia. Asimismo, recordaba la delegada que ese proyecto de reforma sí afectaba a la fachada del inmueble en tanto en cuanto estaba previsto cambiar las ventanas y la carpintería exterior.

Igualmente, la ponencia técnica llamó la atención sobre el exceso de humedades y sales que pueden afectar al edificio y al futuro museo, por lo que se debían adoptar medidas para evitar ese tipo de desperfectos. Recomendaciones que el Ayuntamiento de Zamora ha tenido que acatar para poder sacar finalmente el proyecto adelante.

El futuro Museo de Baltasar Lobo y todo lo que ello engloba ha salido del prestigioso estudio Frade Arquitectos, dirigido por Juan Pablo Rodríguez Frade, que el pasado año recibió el encargo de realizar los proyectos museográfico y museológico del centro dedicado al escultor de Cerecinos de Campos. Se trata de un profesional de dilatada y destacada trayectoria, que apunta entre sus trabajos la remodelación del Museo Arqueológico Nacional, la remodelación de la planta de acceso al Centro de Arte Reina Sofía o la rehabilitación del Palacio de Carlos V de Granada como Museo de la Alhambra. El Ayuntamiento de Zamora apuesta decididamente por crear un espacio de quilates acorde a la importancia del artista y de su obra, de manera que el sello de Frade pueda garantizar esa impronta desde sus inicios.

Con este encargo, el Ayuntamiento de Zamora quiso dar continuidad al anteproyecto que elaboraron los expertos Enrique Bonet y Juan Manuel Bonet para comprobar si el espacio del Ayuntamiento Viejo era óptimo para colocar allí parte del legado de Baltasar Lobo. Una opción que ha sido siempre la favorita del actual equipo de Gobierno, a pesar de las críticas que han llegado y siguen llegando desde el exterior en las que se afirma que ese lugar no es el más adecuado para un centro de arte contemporáneo. La última de ellas, hace apenas un mes, enfrentó a Francisco Guarido con Jesús María Prada sobre si se había ofrecido o no en el pasado el edificio del antiguo palacio de la Diputación Provincial en la calle de Ramos Carrión.