Consciente de que cada ola tiene sus características pero todas son peligrosas, Verónica Casado considera “esencial” avanzar en la vacunación, pero no parece partidaria de adelantar antes de la cuenta la inmunización de las cohortes más jóvenes, sino de mantener la programación con el fin de inmunizar por edades sin dejar “huecos” detrás. Es consciente de que la inmunidad de rebaño puede ser un elemento fundamental para cortar las cadenas de transmisión. Todavía falta.

En Zamora, que mantiene el liderazgo autonómico, están vacunadas con el ciclo completo 97.974 ciudadanos que son el 57.65% del total. Para llegar a una cifra mínima que asegure la inmunidad de rebaño habría que llegar en torno al 80% de la población, es decir, habría que inmunizar con el ciclo completo a unos 38.000 zamoranos más. Teniendo en cuenta que se han puesto en la provincia un total de 206.818 dosis y que el 68,34% de la población tiene al menos una dosis, el objetivo de la inmunidad de rebaño está al alcance de la mano.

El problema es que están llegando menos vacunas ya que las vacaciones, de momento, no está suponiendo ninguna merma en la asistencia de los ciudadanos a ponerse la dosis, indicó la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Hasta tanto no llegue la inmunidad de rebaño, la vacuna protege, pero no es un remedio infalible, y las personas vacunadas pueden contraer la enfermedad, y de hecho la contraen, y pueden también transmitir el virus a otras personas. Hay que andarse con ojo.