Aunque desconocida para el gran público, Gemma Villarroel es quien lleva la batuta orgánica de Ciudadanos a nivel de Castilla y León. Lo hace desde el pasado año 2020, cuando Inés Arrimadas decidió acometer una profunda renovación de la dirección autonómica del partido, a la que dejó sin “igeístas”. Pese a todo, la coordinadora autonómica valora el trabajo del vicepresidente de la Junta, así como el del resto de consejeros y procuradores naranjas que desempeñan su función para la Junta de Castilla y León. Así lo ha hecho durante una reciente visita a Zamora para reunirse con Francisco José Requejo, a quien pone de ejemplo de la “nueva política”.

–Tudanca acaba de confirmar que acudirá a la reelección para presentarse a las próximas elecciones de la Junta. Mañueco también lo intentará. ¿Quién se postula como candidato de Ciudadanos?

–Ahora mismo tenemos cosas mucho más importantes que resolver antes que entrar en quién va a ser el cabeza de lista en un futuro. Todavía queda mucho trabajo por delante con la pandemia en Castilla y León y en Ciudadanos estamos centrados en eso. El resto de partidos, pues allá ellos con sus conciencias. Creo, sinceramente, que no es algo de interés para la ciudadanía y que ahora mismo no toca. Lo que toca es solucionar los problemas de los habitantes castellanos y leoneses.

–En ello están Francisco Igea y Verónica Casado, que parece que van a terminar quemados de esta pandemia, ¿no?

–En Castilla y León tenemos mucha suerte de contar con profesionales que conocen la Sanidad a todos los niveles. Conocen su estructura, a sus profesionales y la situación de los pacientes. Por eso mismo, la consejera de Sanidad, de Ciudadanos, es la mejor valorada dentro del Gobierno de Castilla y León. Y, además, con una nota tan alta que nunca se suele ver en este tipo de valoraciones. Esto quiere decir que, a pesar de la dureza que supone dar malas noticias y poner las diferentes restricciones, al final los ciudadanos agradecen que estés cuidando de la salud de las personas.

–Pero la realidad es que las malas noticias las da esa parte del Gobierno de Ciudadanos y, para las buenas, está el Partido Popular.

–Las decisiones se toman en un Consejo Interterritorial y no somos de las comunidades autónomas que han puesto las restricciones más severas. Ahora bien, a pesar de haber tenido que adoptar decisiones duras y comunicarlas a la ciudadanía, lo hemos hecho para proteger la salud y la economía de Castilla y León. Creo que todo el mundo ha echado en falta el liderazgo por parte del Gobierno de España, que ha demostrado falta de preparación. Nosotros, al final, hemos tenido mucha suerte por contar con personas que conocen la materia.

–Cambiando de tema. Hubo gente en Castilla y León que llegó a pensar que apoyarían la moción de censura promovida por Luis Tudanca.

–Nosotros somos personas serias y responsables. Cumplimos con lo que firmamos y el contrato que tenemos no es con ningún partido político, sino con la gente de esta comunidad. Y así queremos cumplirlo. Es un pacto de cien medidas y queremos que se ejecuten todas. Ahora mismo, ya hemos cumplido aproximadamente el 80% de ese pacto, pero todavía queda camino por recorrer. Además, habrá que añadir a estas cuestiones otras medidas que no están contempladas en el pacto y que se llevarán a cabo. En definitiva, nuestro objetivo es cumplir y dar estabilidad a esta comunidad.

–Usted ha incidido en numerosas ocasiones en la necesidad de que España aborde un Pacto de Estado contra la Despoblación alejado de la lógica partidista. ¿Qué medidas debería contener ese acuerdo a juicio de Ciudadanos?

–Son medidas muy obvias. Reducción o bonificación del IRPF hasta el 60%, impulsar el emprendimiento entre las mujeres y los jóvenes ampliando la tarifa plana de autónomos, eliminar el impuesto de transmisiones agrarias… Por ejemplo, nosotros ya hemos conseguido eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones, porque el Partido Popular en 35 años no lo había hecho y ha tenido que llegar Ciudadanos para retirar esa tributación injusta. Son cuestiones, como digo, obvias. Pero parece que a los diferentes gobiernos siempre se les olvida.

–¿A los regionales o a los nacionales?

–A día de hoy, estamos viendo cómo al Gobierno de España le cuesta pasar de las palabras a los hechos, porque no estamos recibiendo ni una sola ayuda del presidente Sánchez. Somos una región históricamente muy desfavorecida por el bipartidismo, porque siempre han estado en deuda con ellos nacionalismos. Eso, al final, ha perjudicado reiteradamente al oeste del país y ahí tenemos la falta de infraestructuras, la falta de conectividad, la falta de oportunidades para nuestros jóvenes y, como consecuencia de todo esto, la pérdida de población. Eso no puede ser.

–Existe en los últimos tiempos un auge de partidos localistas que poco a poco van llegando a las instituciones. Tales son los casos de Por Ávila en las Cortes o Teruel Existe en el Congreso. ¿Qué le parece esta irrupción?

–Es una consecuencia del egoísmo del bipartidismo. Así de claro. Siempre están pensando en los procesos electorales y en mantenerse en el poder, pero nunca en las personas. Y por eso dan entrada a opciones nacionalistas y regionalistas en gobiernos muy difuminados que terminan por mantener los desequilibrios. Ciudadanos tiene ahí un papel decisivo para llevar a cabo proyectos que equilibren territorios y no que beneficien siempre a los mismos porque necesitan su voto. Ahora llegan los fondos europeos y habrá un reparto injusto, porque los partidos nacionalistas pedirán su cuota para mantener ese voto. Y el Gobierno se lo dará. Eso es lo que queremos erradicar.

–Precisamente, en Castilla y León cada vez se habla más de la Región Leonesa. El propio alcalde del Ayuntamiento de León es quien lidera esa batalla y usted forma parte de esa administración. ¿Qué ambiente se respira?

–A mí me hace mucha gracia que, una persona que lleva doce años en la oposición del Ayuntamiento de León y nunca habló de la autonomía leonesa, llegue a la Alcaldía y convierta esto en su única bandera. En Ciudadanos somos partidarios de que la unión hace la fuerza y creemos que separados seremos más débiles. Lo que necesita Castilla y León es ser una comunidad fuerte y competitiva a nivel nacional; eso nos permitirá tener unas provincias más equilibradas y hacer más presión en el conjunto de España. Hay que dejar de ser la comunidad por la que no mira nadie. Por lo tanto, si ahora mismo no somos suficientemente competitivos a nivel nacional, no entiendo cómo una autonomía leonesa perdida en medio de la nada podrá ser competitiva y tenida en cuenta por el Gobierno de turno.

–En Zamora tienen uno de los principales activos en las administraciones locales con Francisco José Requejo al frente de la Diputación Provincial. ¿Qué evaluación hace de su gestión?

–El mejor ejemplo del trabajo desarrollado por Francisco Requejo es el impulso de la silver economy, que es una oportunidad muy buena y productiva para aprovechar una desventaja como podría ser el envejecimiento en una fortaleza. Creo que Zamora puede convertirse en un referente a nivel nacional y europeo en esta apuesta por el envejecimiento activo, los cuidados geriátricos y la longevidad de calidad. Es un mercado que está por explotar y que, desde la Diputación Provincial, han sabido ver. Estamos hablando de una oportunidad de generar mucho negocio y muchos puestos de trabajo; encima, de calidad. Y ese es el camino que marca Ciudadanos. Dejar de protestar por lo que no tenemos y comenzar a trabajar en proyectos en los que nadie se había fijado y que pueden ser un motor económico para Zamora.

–¿Temen que minorías como la de Requejo en la Diputación de Zamora terminen con una absorción por parte del Partido Popular?

–Las personas que conformamos Ciudadanos tenemos un perfil específico que nada tiene que ver con los cargos del Partido Popular o el Partido Socialista. Nosotros venimos de la sociedad civil, de la realidad de trabajar y pagar nuestras hipotecas y tener que conciliar. Aquí nadie ha empezado a trabajar directamente en la política, como sí ocurre en el PP y el PSOE y que es un auténtico lastre. En Ciudadanos traemos una visión muy diferente y estamos comprometidos con nuestro proyecto. Somos una alternativa liberal en lo económico y progresista en lo social, modernos y con políticas adaptadas a la forma de vivir del siglo XXI y no a los años noventa, como así ocurre con las instituciones donde ha gobernado siempre el bipartidismo, que se encuentran completamente ancladas al pasado.