Zamora también será una de las provincias beneficiadas por las subvenciones de la Junta de hasta un 25 por ciento del coste de los billetes de los trenes de alta velocidad, con un límite de 2.000 euros al año, a las personas empadronadas en cualquier municipio de Castilla y León y con domicilio fiscal en la comunidad, pero que trabajen fuera, principalmente en Madrid. Así lo trasladó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en una reunión mantenida con la Asociación de Usuarios del AVE de Palencia, a la que también asistió el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

La ayuda se espera que se comience a percibir “lo antes posible”, en principio a partir de octubre, tras las implementaciones técnicas que permitan a Renfe hacer las verificaciones oportunas para comprobar la veracidad de los datos de las personas empadronadas.

Esta medida fiscal, dentro del ámbito de las competencias de la Junta, tiene como objetivo luchar contra la despoblación, “principal problema actualmente para los ciudadanos en todas las encuestas, mediante el aprovechamiento de la red de alta velocidad, actualmente claramente infrautilizada, pese al grandísimo desembolso que han hecho en ella los sucesivos gobiernos de España, pagada en gran parte con fondos europeos”, según informó la Asociación de Usuarios del AVE. Adicionalmente, la Junta pedirá la implicación del Gobierno central y al resto de administraciones locales.

La medida, explicó Carlos Perfecto, presidente de la Plataforma de Usuarios del Tren en Castilla y León, beneficiará también a los zamoranos, ya que “es universal para toda la gente que utiliza la alta velocidad. En este caso no tiene nada que ver tenga servicio público o no”. Los tres requisitos indispensables para recibir la ayuda es que el viajero trabaje fuera Castilla y León, pero esté empadronado y domicilio fiscal en la comunidad. Se trata de que las personas que trabajen fuera, fundamentalmente en Madrid ahora mismo, pero en un futuro podría ser en Asturias respecto a León o el País Vasco respecto a Burgos, puedan vivir en estas provincias, donde “gastan sus nóminas y pagan sus impuestos”, una medida que trata de atraer población.

La misma tarifa

“Se trata de una ayuda para que en un futuro podamos tener todos una misma tarifa en término de coste por kilómetro, independientemente que haya puntos, como Zamora, León o Palencia, donde no existen los bonos que sí se pueden establecer en otras líneas consideradas obligación de servicio público”, explica Perfecto.

Aunque encaminados a un mismo fin, que es facilitar el uso del tren como transporte laboral, la ayuda del 25% de la Junta y las posibilidades de abonos con las líneas de obligación de servicio público son dos conceptos diferentes en los que hay que seguir incidiendo. En el caso de los abonos, se busca una flexibilidad para permitir los viajes de dos o tres días por semana a Madrid.

A lo que se comprometieron los consejeros, explica Perfecto, es a intentar que haya abonos flexibles para fomentar el teletrabajo desde Castilla y León con desplazamientos a Madrid y donde no sea posible, que haya tarifas promocionales, como en Zamora, Palencia o León. “Si por ejemplo yo, desde Valladolid, me gasto siete mil euros al año en los desplazamientos a Madrid, un zamorano que hiciera lo mismo desde su ciudad se gastaría diez u once mil euros. Se trata de que todo el mundo pague la misma tarifa kilómetro/viajero y eso afecta a todos los castellano leoneses que usamos el tren”.

“Para la Junta es una medida estratégica y ambiciosa, un llamamiento a todos los que están fuera para que regresen a vivir a su tierra”, explica.