Decía de sí mismo que era “un viejo druida sin historia porque he dedicado toda mi vida a contar las historias de los demás”. Y es que sin duda alguna la trayectoria profesional de Tico Medina es absolutamente inigualable.

Periodista, escritor, reportero de guerra, cronista social... este “contador de historias” fallecía ayer a los 86 años de edad dejando aún más huérfana una profesión a la que le van faltando sus grandes referentes.

Nacido en Granada en 1934 bajo el nombre de Escolástico Medina, Tico escribió su primer texto a los siete años de edad: un poema dedicado a un ciprés que tenía su abuelo.

Sus primeros pasos en el mundo de la comunicación los dio en la radio y prensa granadinas. Pero su talento le llevó pronto a Madrid donde se convirtió en uno de los fundadores de la embrionaria Televisión Española.

Allí puso en marcha los primeros programas de entrevistas y algún espacio de debate en un tiempo en el que no había posibilidad de debate.

Pronto pasó a formar parte del diario Pueblo y se convirtió en jefe de reporteros del diario ABC.

Es en esa época de trabajo incesante cuando Tico Medina recala por primera vez en Zamora. Así lo recuerda su amigo Antonio Pedrero: “Preparaba una de sus publicaciones más famosas “Carretera y Manta”, un libro lleno de paisajes y paisanajes. Quiso entrevistarme, yo le presenté a mi gente y quedó encantado de la vida”.

Tico establece entonces un vínculo especial con esta tierra y se convierte en un habitual de la vida bohemia zamorana que llenaba los cafés en los 70. “Venía muchos domingos. Era un tipo estupendo. Se sentía tan a gusto que llegó a comprar una casa en la Plaza Fray Diego de Deza. Una casa antigua a punto de derruirse y para la que hizo un proyecto precioso que finalmente no se pudo llevar a cabo. Televisión Española lo trasladó a México como corresponsal y Tico decidió venderla. Fue una pena”.

Cuando el periodista regresó de tierras americanas se estableció de nuevo en Madrid convirtiéndose en el cronista social más importante de todos los tiempos.

Sus míticas entrevistas forman parte de la historia. Todo gran personaje de la época pasó por su pluma y por su humor fino y sarcástico. Del rey Juan Carlos a Fidel Castro. De Salvador Dalí al Ché Guevara. De Lola Flores a Sara Montiel... Todos tuvieron su hueco, su tiempo y su reclinatorio de confesiones en las diferentes tribunas de este maestro de periodistas.

Su curriculum está plagado de premios nacionales e internacionales. Su biografía es más bien una novela de apasionantes aventuras que de ser publicada ocuparía decenas de volúmenes.

Tico Medina viajó a la China de Mao, acompañó a hacer compras por Madrid al general Perón y a su esposa Isabelita, se paseó con Lennon por el desierto de Almería vestido de soldado y escribió apasionantes biografías como la de la duquesa de Alba, el mítico Manolete o su íntimo amigo Ortega Cano.

Con Zamora siempre mantuvo el contacto. Como recuerda Pedrero: “Era un amigo cercano, ameno, una persona maravillosa con una conversación muy interesante. Una figura vital del siglo XX”.