En el Seminario Permanente Claudio Rodríguez -SPCR- guardamos el recuerdo de José Ignacio Primo. Y aunque se sienta como un juego de corro infantil, de aquellos niños que desentrañó Claudio Rodríguez, mediado el pasado siglo XX… re-cordar será muy fácil para nosotros porque el recuerdo que está vivo, está en el ámbito del corazón; o de ese espíritu de con-cordia, desde el que tanto se quiso defender con la poesía, al ser humano durante otras épocas, en las que no imperaba la palabra como eje del corazón, para todos.

Así, con un hueco en el corazón nuestro, que es un rincón lleno de versos, de sonrisa o de cante flamenco gracias a ti, te queremos dejar apalabrado nuestro homenaje. Tus hechos, ya patentes en la vida diaria, como tus alumnos, reúnen, con los antes y los después de este momento triste, las aulas, los salones de actos, los escenarios o los talleres de literatura, con tu palabra abierta y sabia.

Nosotros en el SPCR tenemos tu voz junto a Claudio, recitando sus versos, en la Ruta literaria que lo recorre por la ciudad; desgranando el calor del consejo del que viene de observar tantas veces la realidad claudiana. Y, generoso también, se lo mostraste a los siguientes poetas zamoranos, como pueden atestiguar tus reseñas críticas desde Ángel Fernández Benéitez a Luis Ramos.

Gracias José Ignacio, por fijarte en ese sentir de Claudio que abre la entraña que recorre el paisaje y lo alarga en el pensamiento, como quien recorre el cuerpo humano preñándose de amor donde más suena y más se siente.

Un brindis por ti, amigo… desde siempre…

Seminario Permanente Claudio Rodríguez