Catedrático de Lengua y Literatura, maestro de varias generaciones de zamoranos, íntimo amigo de Claudio Rodríguez, fundador del Festival de Flamenco ... La muerte de José Ignacio Primo deja un enorme hueco en el mundo cultural zamorano y también en las vidas de quienes le conocieron de cerca, que no son pocos.

Hombre afable y generoso, de inteligencia sobresaliente y sabiduría descomunal, atesoraba múltiples amigos de todas las épocas y de cualquier ámbito social.

El exalcalde socialista Andrés Luis Calvo presume de haber sido uno de sus íntimos: “Éramos amigos de toda la vida, amigos inseparables. Su hermana siempre decía que éramos una verdadera pareja de hecho”.

También el pintor Antonio Pedrero formaba parte de ese círculo más cercano: “Teníamos una amistad grande y profunda. Era un hombre muy valioso, un tipo entrañable, culto y muy sabio. Pero sobre todo un buen amigo”.

Profesor de lengua y literatura en los institutos Maestro Haedo y Claudio Moyano, por sus aulas pasaron varias generaciones de zamoranos que con los años traspasaron la clásica barrera entre profesor y alumno. Es el caso del poeta y cantautor Luis Ramos: “Fui su alumno y después su amigo. Era un gran referente con una vida absolutamente extraordinaria”.

Declaraciones

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Íntimo amigo y biógrafo del poeta Claudio Rodríguez, José Ignacio Primo fue un importante promotor de su obra. Como recuerda Andrés Luis Calvo: “Nunca he escuchado recitar a Claudio con tanta pasión y con una didáctica tan impresionante como la que utilizaba Primo”.

En 1969, y a raíz de la celebración de un seminario de flamenco, Primo dio rienda suelta a otra de sus grandes pasiones promoviendo la creación de un Festival de Flamenco en Zamora que ha sido referente en el mundo del cante jondo durante los últimos 50 años. Por él han pasado las grandes leyendas de Fosforito a Camarón, Morente, Lebrijano o Paco de Lucía.

Antonio Regalado, presidente del Foro Flamenco conoce bien la historia del José Ignacio más flamenco:: “Lo dio todo por el desarrollo de este arte en nuestra tierra. A veces, arriesgándose mucho. Tuvo una excelente relación con los más grandes y hasta en Andalucía se le respetaba profundamente. Tenemos una enorme deuda con él”. Pedrero lo tiene claro: “ Creo que sería oportuno que a partir de ahora el Festival de Flamenco llevara su nombre. Se lo merece. Sería el mejor homenaje que Zamora podría rendirle”.

“Era un personaje telúrico, muy de la tierra. De ahí su unión con el flamenco. Porque el flamenco es raíz, es tierra y así era Primo también”, afirma Ramos.

Andrés Luis Calvo lo va a echar especialmente de menos: “Ya se nota su ausencia, Su pérdida deja un enorme hueco en la ciudad y en nuestras vidas. Ocupaba un espacio tremendo”.

Como dice Ramos: “No sólo pierde Zamora a un hombre irrepetible. Me atrevería a decir que el mundo entero hoy se ha hecho más pequeño con su ausencia.” Descanse en paz el último bohemio.