Al recorrer la céntrica calle de Santa Clara se puede respirar el común ambiente de rebajas que tanto se ha extrañado: la vía a rebosar de personas, algunas mirando escaparates con varias bolsas en las manos o saliendo de una tienda para entrar a otras.

El buen tiempo acompaña y anima a la gente a salir, aunque es de destacar que la mayor parte de las personas que se pueden ver son mujeres.

Los zamoranos, ya con ganas de poder disfrutar del verano con casi total normalidad, tienen previsto gastarse unos 100 euros en este período de descuentos, de los cuales, la mayor parte, irán destinados a la compra de ropa.

Los comerciantes de los establecimientos están satisfechos con la afluencia de clientes que ha habido hasta ahora, y más después de una dura y larga época, ya que aseguran que el número de compradores respecto al año pasado es mucho mayor. Además, la relajación de las medidas sanitarias y de desplazamiento han favorecido al aumento de las compras. Con todo, de vez en cuando, tienen que recordar e insistir a los clientes en usar el gel desinfectante y, pese a que ya no son necesarias las mascarillas en exteriores, apenas han tenido que llamarles la atención.

El presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio (Azeco), Ruperto Prieto, prevé buenas perspectivas para estas rebajas de verano respecto al año anterior. También se espera que, pese a la actual situación sanitaria, el consumo sea superior en comparación a la campaña del 2020.

Azeco hace un llamamiento a los zamoranos para salir a comprar sin miedo, ya que “el plan de seguridad anti COVID-19 garantiza la seguridad total” de todos los consumidores.

Pese a ello, son muchos los que prefieren seguir haciendo sus compras por Internet, lo que les permite recibir sus adquisiciones en su propia casa o ir a recogerlas en el establecimiento, ya sea por comodidad o precaución.

Algunos clientes sienten la irresponsabilidad de ciertos compradores por no cumplir con una distancia de seguridad prudente o por llevar la mascarilla mal puesta. No obstante, otros aseguran que las tiendas cumplen con todos los protocolos.

La tabaresa María Jesús Blanco se ha desplazado hasta Zamora con sus hijos para aprovechar las rebajas. Estos aseguran que sobre todo comprarán ropa y que los protocolos no se cumplen totalmente por parte de los clientes.

Noemí Valero ha salido a comprar la ropa que necesita para una boda. Pese a que sea época de rebajas, la mujer afirma que se “gastará lo necesario”, independientemente de si son rebajas o no, por lo que no ha prestado especial interés a las diferencias de precios antes de las rebajas.

Por su parte, Rony López ya ha gastado más de 300 euros en camisas, pantalones cortos... para “prepararse para este verano”. También ha notado que las personas no suelen cumplir con la distancia de seguridad establecida en las colas para pagar, pero que los establecimientos sí que llevan un control del aforo y del uso del gel hidroalcohólico.