Los vecinos del barrio de Pantoja están “bastante cabreados” por la reorganización de las 141 plazas de aparcamiento regulado en los alrededores del Mercado de Abastos que se trasladan al entorno de la plaza de toros y Santa Elena. Las críticas de la oposición y los zamoranos no han servido para frenar la aprobación en Pleno del equipo de Gobierno.

La Asociación de Vecinos Fernando III del Barrio de Pantoja va a proponer por escrito la distribución de las plazas ORA entre otros barrios como Vista Alegre, San Lázaro o Los Bloques y no solo la zona elegida. “Muchos vecinos que viven allí y no cuentan con garaje en sus edificios. Cuando lleguen del trabajo no van a tener sitio para aparcar por sus calles o las adyacentes y se van a ver obligados a desplazarse más lejos en busca de aparcamiento”, explica la presidenta Tina Domínguez.

Por su parte, Artemio Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Zamora (Faveza) califica las actuaciones del Ayuntamiento como un “atropello vecinal” y advierte que se reunirán con los asesores jurídicos para “guiarse por la ley” y hacer las apelaciones necesarias. Es por esto que, de momento, Pérez no quiere adelantar el rumbo que tomarán las medidas.

La presidenta de la asociación vecinal de Tres Cruces, Nieves Turiel, manifiesta la necesidad de un aparcamiento “libre” para la facilidad de todos los usuarios del Centro de Salud Santa Elena. “Ha habido cierta confusión, pero nosotros no pertenecemos a la zona afectada. De todas formas, la medida nos afecta de dos maneras. La primera por la proximidad a la zona. La avenida de las Tres Cruces está siempre con coches aparcados en segunda fila. Para los vecinos esa zona de aparcamiento supone una liberación y un alivio a la hora de tener que aparcar. La segunda, que los vecinos no tengan que tener la preocupación de buscar una maquinita y estar pendientes de meter la moneda”.

Desde las asociaciones vecinales apelan a la participación ciudadana y se espera la puesta en marcha de medidas en contra del Ayuntamiento de Zamora. Pese a todo, los presidentes y vecinos afectados se mantienen optimistas y manifiestan que la esperanza es lo último que se pierde.