La provincia de Zamora toma el pulso al turismo después de la vacunación de gran parte de la población adulta. El pasado mes de mayo, los alojamientos rurales del territorio recibieron a 2.891 viajeros, la mayoría nacionales, que realizaron 4.960 pernoctaciones. Unas cifras que suponen un soplo de aire fresco para un sector que lo ha pasado demasiado mal a lo largo de los últimos meses.

A nivel regional, Castilla y León se mantiene a la cabeza del turismo rural. El pasado mes, de hecho, las nueve provincias registraron en conjunto 29.070 viajeros, dato solo superado por Cataluña. Y lo mismo ocurrió con las pernoctaciones, donde la comunidad anotó más de 56.000, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

A pesar del incremento, el movimiento turístico continúa muy lejos de los niveles de 2019, cuando en este mismo mes Castilla y León contabilizó 73.615 viajeros y 142.222 pernoctaciones. El pasado año, con motivo de las restricciones del estado de alarma, sólo se contabilizaron 459 viajeros y 4.219 pernoctaciones.

Una estadística perfectamente extrapolable a Zamora, que registró en mayo de 2019 un total de 6.060 viajeros y más de 12.000 pernoctaciones.