Zamora es la provincia más envejecida de España, con un índice del 308,3% (308 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16), lo que aconseja abrir el debate sobre el "talento senior", según un informe publicado ayer por Adecco. Zamora encabeza, claro, el ranking de provincias castellanoleonesas y le siguen León (254,4%), Salamanca (219,9%), Palencia (218,8%), Ávila (199%), Soria (194,1%), Burgos (178,8%), Valladolid (171,2%) y Segovia (161,7%), según el informe basado en los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Los últimos datos sobre envejecimiento en España “reflejan, un año más, una tendencia imparable: en 2021 ha vuelto a registrar un nuevo máximo de envejecimiento, del 129% o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 129 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Esta cifra supone el mayor crecimiento (3,4 puntos porcentuales) de la serie histórica desde 1999, teniendo en cuenta que el año pasado se situó en un 125,7%”.

En el caso de Castilla y León la tendencia es similar. El índice de envejecimiento también se ha incrementado, en 3,4 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 204,4%. En otras palabras, se contabilizan 204 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. En 2020 la cifra fue del 201%. Contrastan las cifras actuales con las de la hace una década, cuando el índice de envejecimiento de Castilla y León era 28 puntos inferior al actual: en 2010 se contabilizaban 176 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

Repunte

Tal repunte del envejecimiento se produce a pesar de que la pandemia ha incrementado el número de defunciones en un 17%, que afectan especialmente a la tercera edad. Sin embargo, el número de nacimientos también se ha visto impactado, con una caída del 6%.

Asimismo, el indicador coyuntural de fecundidad alcanzó en 2020 su valor mínimo desde el año 2000, con 1,1 hijos por mujer, según el INE. El hundimiento de la tasa de natalidad durante el último año se relaciona con la incertidumbre motivada por la crisis económica y el temor a problemas de salud durante la gestación, que están posponiendo los nacimientos.

La desinflada tasa de natalidad y el disparado índice de envejecimiento tienen su consecuencia más visible -e inminente- en el sistema de pensiones. La relación cotizante-pensionista cerró 2020 con una cifra de 1,9, un índice en caída desde el año 2007, cuando la cifra era de 2,7. “El valor mínimo actual no garantiza la sostenibilidad del sistema de pensiones y exige dar respuesta urgente a retos como la cronificación sistemática del desempleo entre la población activa de más edad o el impulso de incentivos fiscales y laborales que impacten en las familias y estimulen la natalidad”, afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Comunidades

Por comunidades autónomas, vuelve a liderar el ranking de envejecimiento Asturias, con un índice del 231% (231 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, un valor que ha crecido 6,5 puntos porcentuales con respecto al año pasado), seguida de Galicia (207%) y Castilla León (204%). Estas tres regiones ya presentan más del doble de población mayor 64 años que menor de 16 años. En el otro lado, Ceuta (61,7) y Melilla (46,2) y Murcia (90,4%) son las únicas regiones que resisten con índices aún por debajo de 100%, registran todavía una mayor proporción de jóvenes.

A la luz de las cifras anteriormente expuestas, la Fundación Adecco refuerza el debate del talento sénior como única alternativa para el futuro de nuestro país: “ante cifras de envejecimiento de tal magnitud, urge posicionar al talento sénior como prioridad nacional, tanto en las dinámicas públicas como en las estrategias empresariales, de modo que se erradique la discriminación laboral por edad de forma definitiva y los desempleados mayores de 45 años puedan reubicarse en el mercado laboral de forma sostenible en el tiempo”, destaca Francisco Mesonero, de la firma de trabajo temporal.