La “piscina” que se forma en el entorno de la estación de tren cada vez que hay una tormenta tiene solución. Concretamente, habría que incrementar el diámetro del colector situado en esta zona y modificar ligeramente su trazado. Esto permitiría aumentar la capacidad para gestionar esas trombas de agua sin riesgo de colapso y evitar así las recurrentes escenas de inundaciones. Ahora bien, la operación sería cara. El Ayuntamiento de Zamora presupuesta esta obra en un millón de euros. Un importante montante económico que obliga a abordar el asunto la cabeza fría y cierto grado de perspectiva. El equipo de Gobierno defiende que esta es una de sus “prioridades”, aunque también asegura que se trata de un episodio tan molesto como puntual en el tiempo.

El concejal de Obras, Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, ha salido al paso de las críticas de la oposición respecto a las inundaciones que se producen en el entorno de la estación de autobuses cuando caen trombas de agua, como fue el caso del pasado viernes. “Sabemos cuál es el problema y es una de nuestras prioridades, pero estamos hablando de una actuación muy importante desde el punto de vista económico, por lo que hay que ver de qué manera se puede ejecutar sin comprometer la estabilidad presupuestaria”, ha expresado el edil de Izquierda Unida.

De acuerdo a sus explicaciones, el problema es que el actual colector no es capaz de absorber todo el agua que cae en tromba cuando se producen este tipo de episodios. “Llega un punto en el que no asume más agua, porque está en su capacidad máxima, y por eso se forman esas balsas”, ha detallado. Un problema que se solucionaría ampliando el diámetro del colector y modificando de manera ligera su trazado. “Lo tenemos en la agenda, pero no es una obra que se pueda realizar de un día para otro”, ha manifestado.