La diócesis de Zamora ha hecho públicos este lunes los demoledores resultados de una encuesta realizada a los miembros de los siete arciprestazgos la pasada semana convocada por el nuevo obispo de Zamora, Fernando Valera, en la que participaron sacerdotes, religiosos y laicos.
Conclusiones
Según la interpretación de los datos obtenidos, la diócesis percibe que esta es percibida como "un presbiterio dividido entre sí,
con dificultades para trabajar en comunión, con una brecha generacional y un tanto desesperanzado y herido".
Se percibe a la diócesis de Zamora principalmente con un presbiterio dividido entre sí, con dificultades para trabajar en comunión, con una brecha generacional y un tanto desesperanzado y herido. Este es la debilidad más mencionada por casi todos los participantes. Además, la pastoral se percibe anclada en estructuras ya no válidas y que necesariamente han de cambiarse. Sin embargo, ante esa renovación se señalan algunos aspectos que la dificultan: el debilitamiento demográfico, la crisis vocacional, la falta de implicación de los laicos, la edad avanzada del clero y de los fieles, y el pesimismo generalizado.
No obstante, a pesar de estas debilidades, se percibe a la diócesis de Zamora como una realidad muy comprometida con los desfavorecidos de la sociedad, valorando altamente en positivo el papel de Cáritas en este sentido. También se descubre en la diócesis la presencia de una religiosidad popular especialmente rica, la presencia de laicos, religiosos y sacerdotes que sobresalen por su entrega y generosidad en la realización de diferentes tareas pastorales y de apostolado. Además, se percibe como positiva la llegada del nuevo obispo, con la que se vislumbran nuevas oportunidades. Se valoran las diferentes expresiones que se dan de búsqueda de nuevas fórmulas de acompañamiento pastoral de las personas, y se encuentra en el hecho de ser pocos la oportunidad de llevar a cabo una atención más personal y profunda.
ANÁLISIS EXTERNO (AMENAZAS + OPORTUNIDADES)
La diócesis de Zamora es percibida en medio de una sociedad cada vez más secularizada, en la que todo lo eclesial cada vez tiene un papel menos significativo. De ahí que se indique un distanciamiento entre la Iglesia y realidades sociales como la política, la cultura y lo social. Además, determinadas ideologías presentes en la sociedad de Zamora se contemplan como muros que dificultan gravemente la presentación y/o aceptación del mensaje del Evangelio.
Pero también es cierto que se apunta a una nueva búsqueda de sentido en las personas a raíz de las crisis sanitaria y económica que ha originado la pandemia. Por otra parte, los miembros de los arciprestazgos son conscientes de la riqueza histórica y patrimonial con la que cuenta Zamora y del fenómeno de la inmigración como oportunidad para repoblar la provincia. Un aspecto de la sociedad zamorana considerado como positivo que no se puede eludir es la importante presencia de las redes sociales y la incidencia de los medios de comunicación en gran parte de la población, lo cual ha ido generando en no mucho tiempo una nueva sociedad.
Objetivo de la consulta
Tal y como explica la diócesis, el objetivo de este análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) y la publicación de estos resultados es poner sobre la mesa la realidad social y eclesial de la iglesia diocesana y a partir de ahí comenzar a trabajar, con un nuevo espíritu “sinodal” y con la máxima “transparencia”.
