El “duro verano” que se avecina en Atención Primaria por “el serio problema del déficit de profesionales, la falta de médicos de familia” en la comunidad, obligará a Sanidad a “una importante reorganización” del servicio, manifestó ayer la consejera del área de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado. Una vez puntualizado que este problema se da en todo el país, quiso advertir de que “no puede haber médicos con 500 pacientes cuando la media es de 936”. Al mismo tiempo, negó que el origen de esta situación esté en la precariedad de los contratos ofertados por el Sacyl, “los ha habido de dos y tres años, y no en lugares de difícil cobertura, como se ha dicho. No es verdad”, declaró en su comparecencia sobre la evolución del COVID en la comunidad autónoma.

Agregó que “lo que ocurre es que los médicos optan por contratos más breves que enlazan unos con otros. Ellos eligen”. Casado admitió, no obstante, que “necesitamos médicos” y que “hay que formar a más profesionales en especialidades” para recriminar que no se hayan diseñado estrategias hace veinte años en sintonía con el estudio del Ministerio de Sanidad que entonces pronosticó la carencia de médicos entre 2020 y 2025. La responsable de Sanidad en la comunidad quiso ser optimista y augurar que este territorio “contará con médicos más formados”.

Por otro lado, hizo especial hincapié en el “incremento significativo” de consultas presenciales de los médicos de familia, que se sitúan en un 40,5%, al igual que se observa en las citas de este tipo en enfermería, que se cifran en el 67,28%, en un momento en el que el sistema de cita presencial a demanda del paciente ya está disponible en Zamora. Los médicos atienden de media a 31 pacientes al día: 25 en el medio rural y 35,8 en el urbano. Las enfermeras de Atención Primaria, sin contar las curas, inyectables y las extracciones de sangre, reciben a 13 en el medio rural y 17 en el urbano.

El 10% de infectados por el virus que se han convertido en enfermos de COVID persistente no tendrá una unidad específica en Zamora, será el médico de familia el encargado de desarrollar las herramientas que contempla el Plan de Atención Integral a estos pacientes, presentado ayer por el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero.

El eje de actuación estará en manos del médico de familia, que será quien evalúe las secuelas que el virus haya dejado en el paciente para, en función de las mismas, derivarle a los especialistas, al internista y neumólogo, entre otros especialistas, siempre con la guía del Plan, una herramienta que los expertos han creado a tal fin.

Montero apuntó que “la sintomatología desaparece con el paso del tiempo” e indicó que “las unidades de familia están muy formadas, hay solvencia para hacer el abordaje a estos pacientes”. El director general incidió en que “hay protocolos uniformes para los criterios de diagnóstico y establecer la derivación a otros profesionales”, por tanto, “la puerta de entrada al sistema está abierta”. La reclamación del colectivo de LongCOVID no tendrá, pues, recorrido.

Casado pedía “prudencia a la población porque la movilidad y el contacto social son claves en los niveles de contagio”, si bien la vacunación está funcionando “mejor de lo esperado” y tanto Zamora como el resto de provincias han logrado una buena situación en cuanto a la incidencia de la pandemia. “El riesgo de contagios”, insistió, “aumenta en espacios cerrados, parece que en abiertos no hay tanta incidencia”.

Zamora sumó ayer 9 contagios y mantiene la caída de casos

El coronavirus en Zamora afloja el ritmo con solo nueve contagios en las últimas horas y ningún fallecimiento, según la información difundida ayer por Sanidad, que apunta también un nuevo brote -22 frente a los 21 del martes- con nueve casos más vinculados. Sin embargo, el promedio de personas que cada zamorano enfermo de COVID-19 puede llegar a contagiar es de 0,76, el tercero más bajo de la comunidad.

Por lo que respecta a la tasa acumulada en siete días de incidencia de la pandemia en la población, estaba ayer en 38,10 ciudadanos por cada 100.00 habitantes, casi ocho casos menos que al inicio de semana. La consejera de Sanidad, explicó ayer el estancamiento que parece haberse dado en la provincia en cuanto a conseguir una mayor reducción de casos porque “llegar a un nivel más bajo de incidencia cuesta más, parece que no acaba de desaparecer el COVID, pero esperamos llegar a los cero contagios pronto. Se está doblegando al virus”. Nada hace pensar que se esté ante un parón en descenso de casos. Por lo que respecta a los últimos 14 días, la tasa de incidencia se sitúa en 98,48 infectados por cada 100.000 habitantes, frente a los 106 casos que se registraron el lunes. El virus ha dejado en Zamora 13.768 contagios desde que se inició la pandemia y 436 muertes.

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