El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, remarcó, durante su intervención en la jornada “Razones para quedarnos”, que “fijar población no basta” para revertir la tendencia demográfica que asola a territorios como Zamora. El responsable autonómico recordó que el acentuado envejecimiento limita los efectos de las políticas de natalidad y advirtió de la necesidad de “atraer” nuevos pobladores y de convertir a la comunidad autónoma “en una tierra de acogida” para el talento.

El número dos del Ejecutivo autonómico incidió, por tanto, en la necesidad de consolidar “un balance migratorio positivo” a base de “políticas de futuro, de innovación y de desarrollo”. La idea de Igea es que Castilla y León aproveche “la ola” generada por la pandemia para revertir la situación actual, aunque reconoció que, para lograr ese objetivo, resulta pertinente ofrecer incentivos.

En este punto, Francisco Igea explicó que el balance de residentes, publicado el martes, resulta un buen punto de partida como “pequeño efecto positivo” en medio de la “inmensa desgracia causada por la pandemia: “Ahora, necesitamos generar oportunidades y ofrecer posibilidades de trabajo”, resaltó el vicepresidente de la Junta.

Por lo pronto, el Gobierno autonómico trabaja en una nueva estrategia contra la despoblación que verá la luz en septiembre, según deslizó Igea, que se mostró realista ante la situación que atraviesan lugares como Zamora: “Esto no da más de sí”, lamentó.

De hecho, a juicio del vicepresidente autonómico, la despoblación constituye “el problema político más importante para España y para la Unión Europea” y alertó sobre la posibilidad de que esta brecha territorial acabe suponiendo una “amenaza” seria para el proyecto nacional y comunitario.

Igea apeló a la importancia de cuidar los afectos para evitar que se genere desafección entre la ciudadanía y que eso derive, incluso, en una sensación de agravio que desemboque en la proliferación de partidos localistas y en la posterior fragmentación del Parlamento: “La cultura del agravio ha dado resultado en otros territorios”, recordó el vicepresidente de la Junta, que llamó a actuar para evitar un Congreso “con mayorías ingobernables”.

Por otra parte, Igea aseguró que Zamora necesita “una fiscalidad especial” y apostó por concentrar esas ventajas “en el coste laboral y en la investigación”. La idea del vicepresidente de la Junta es que la provincia se convierta en una “zona C no predeterminada”, lo que le permitiría optar a esa discriminación positiva: “La gente no solo se queda porque haya médico o escuela; también necesita que haya trabajo”, apostilló el responsable autonómico.

Finalmente, Igea hizo una defensa de la colaboración entre las administraciones para lograr que las políticas contra la despoblación tengan un efecto real en la ciudadanía. El vicepresidente de la Junta repasó algunas de las cuestiones pendientes en Zamora, desde la conexión de Braganza con Puebla de Sanabria hasta la necesidad de conexión a Internet en las zonas rurales, y subrayó que debe existir “un compromiso” por parte de todas las instituciones responsables para “pasar de las musas al teatro”.

Vivimos un momento político esencial y necesitamos que las ideas se conviertan en acuerdos”, zanjó Francisco Igea, durante su intervención en la mesa redonda de “Razones para quedarnos”.

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