El secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya, dejó patente en el Teatro Ramos Carrión que, bajo su punto de vista, “España tiene muchas ruralidades y cada una necesita su propia receta”. El representante del Gobierno en la jornada “Razones para quedarnos” lanzó este mensaje como punto de partida para construir un futuro que busca escapar de las ciudades “aspiradoras” para pasar a un modelo de urbes “irradiadoras” hacia el exterior.

En ese sentido, Boya subrayó que el impulso a “un gran Madrid central y potente” no genera afección entre una ciudadanía que lo que demanda es que el Estado esté presente también en lugares como Zamora: “Esa es la España que quiero”, aseguró el dirigente socialista, partidario de un diálogo entre lo urbano y lo rural y de una relación estrecha también entre las administraciones y entre el sector público y el privado.

En general, Boya se mostró favorable a “realizar juntos el viaje” hacia un territorio más cohesionado y alejado de los dramas demográficos que se producen actualmente en lugares como Zamora: “Cuando hablamos de pérdida demográfica, hay que tener en cuenta el sentimiento de esas zonas que han percibido, durante demasiado tiempo, que no importaban; que no generaban interés en quienes tomaban las decisiones”, explicó el responsable gubernamental.

En este punto, Boya reconoció que, “durante demasiadas décadas, no se ha generado un marco de cohesión territorial”, una carencia que, a su juicio, se está cubriendo con el Gobierno actual: “Por suerte, esto forma parte ya de la agenda mediática y política”, celebró el secretario general, que indicó que el desafío de revertir la despoblación “da vértigo, pero también es un reto ilusionante”.

En ese marco de motivación por cambiar el modelo de país, Boya aludió a la importancia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: “Es un paso importantísimo”, aseguró el político socialista, que hizo referencia enseguida a las 130 medidas destinadas a abordar la brecha demográfica: “Hemos entendido que había que dar una respuesta y una serie de herramientas para los problemas endémicos”, reflexionó.

Francesc Boya hizo un énfasis especial en las medidas previstas para mejorar la conectividad, para favorecer la economía digital y para afrontar la transición hacia la economía verde: “Ahora, a diferencia de lo que sucedía en otras épocas, hay un verdadero compromiso político”, afirmó el representante del Gobierno en la jornada.

En todo caso, Boya huyó de la existencia de fórmulas mágicas y aclaró que el problema de la despoblación presenta una serie de aristas y de incógnitas difíciles de descifrar: “Hay muchos lugares que tienen buenas conexiones y todos los servicios y, aun así, la gente se marcha”, analizó el responsable de Reto Demográfico, que ejemplificó así la “complejidad” del desafío al que se enfrentan lugares como la provincia de Zamora.

Por ello, el dirigente vinculado a la Vicepresidencia Cuarta del Gobierno animó a los presentes a explorar “el trasfondo cultural” del problema de la despoblación y a llevar a cabo “un debate” también en los territorios: “Lo bueno es que estamos en un momento de cambio, y es importante que sepamos orientarnos hacia las oportunidades”, analizó Boya, que aprovechó su visita a Zamora para tratar esas cuestiones con el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea.

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