El I Premio de Textos Teatrales Juan José Ferrando, convocado por el Ayuntamiento de Molina de Segura, ha recaído en el zamorano Antonio Oliveira Pérez, quien presentó al concurso su obra “Después”, una historia que recuerda al teatro del absurdo y que conquistó a un jurado especializado, que tuvo que leer cerca de 300 trabajos llegados de toda España.

Fue la propia presidenta del jurado, Diana de Paco, quien se puso en contacto con el autor zamorano para darle la buena noticia y la enhorabuena por la obra presentada, “asegurando que se la había leído tres o cuatro veces”, agradece el zamorano, que se acercará en septiembre al Festival Internacional de Teatro de Molina de Segura, un encuentro cultural que tiene un bagaje de más de medio siglo.

Lo especial de esta edición para Antonio Oliveira será que la organización del festival tiene pensado repartir entre todos sus abonados un libro de su obra galardonada, un premio que se une así al de metálico que también recibirá por haber sido el ganador de esta primera edición, que lleva el nombre de un autor y actor molinense que trabajó en diferentes compañías murcianas como homenaje, “además de pretender ser un impulso y apoyo a la creación de nuevos textos dramáticos que, tanto por su planteamiento, por la calidad y originalidad de sus diálogos, como por su visión escénica, contribuyan al enriquecimiento del panorama teatral de la región y al apoyo de la creatividad de los autores dramáticos del país”, versa en sus bases. Unas cualidades que, sin duda, han visto en la obra del zamorano, quien espera que no solo se reparta el libro con su propuesta teatral, sino que también se pueda escenificar de cara a la edición 2022 del festival. “Lo bonito de todo texto es que el fin último sea ponerlo en escena”, asegura.

Una historia distópica que podría estar inspirada en la pandemia

Matilde y Anselmo —el matrimonio protagonista de la obra “Después”— sobrevivirían sin problema a la actual pandemia, teniendo en cuenta las vicisitudes por las que pasan en su propia realidad, un relato que parecía vaticinar todo lo que estaba por llegar. Oliveira reconoce que hay aspectos que predicen un poco esta actual situación, como el hecho de que sus personajes tengan que llevar mascarilla ante el temor de supuestos gases perjudiciales tras el desastre natural que sucede y que supone el arranque de la historia. Pero afirma que esta obra la comenzó a escribir en el verano de 2019, cuando nadie se imaginaba lo que pasaría en poco menos de dos años. “Es una distopía y se sitúa en cualquier ciudad de Europa, donde un matrimonio obsesionado con los desastres naturales decide hipotecarse para construir un refugio”, explica el autor. Una construcción a la que finalmente dan uso debido a que sus temores se hacen realidad. Cuando salen de su guarida, se cruzan con personajes que recuerdan al teatro de la farsa y el absurdo, como un rey que no para de dar discursos equivocados, ajeno a la realidad, un hijo pedante que habla como los youtubers o un banquero que quiere desahuciar a la pareja por el impago de una hipoteca.