Viernes 11 de junio, Plaza Mayor de Zamora. Más de un centenar de personas se concentra en repulsa de los últimos asesinatos de la violencia machista y vicaria ocurridos en España, como el asesinato de Olivia, la niña de seis años asesinada vilmente por su padre, o el descuartizamiento de la menor Rocío Caíz a manos de su expareja.
Las promotoras de la concentración convocada por el movimiento feminista comienzan a enumerar por un megáfono las razones de la protesta: “El asesinato de Olivia, la desaparición de Ana, el asesinato de ayer de Rocío…”. De pronto, se escucha un “¡Viva España!” procedente de un grupo de jóvenes sentados en una de las terrazas de un bar de la Plaza Mayor. “¡Gilipollas”, le contesta de inmediato una mujer. “¡Viva!”, le responde otro.
"Ya no se trata de feminismo"
Si bien estos hechos no interrumpieron el transcurso de la concentración contra la violencia de género, agentes de la Policía Municipal se personaron en el exterior del establecimiento hostelero para evitar un posible altercado a raíz de un grito en medio de una concentración de protesta por al menos dos asesinatos, que ya ha despertado las críticas en las redes sociales: “Ya no se trata de feminismo, se trata de empatía (…) ¿Cómo se puede no ser empático con algo así?”.