El último de los cuatro imputados en el robo de un bar de Mombuey por juzgar, que se enfrenta a 18 meses de prisión a petición de la Fiscalía, intentó de nuevo ayer eludir la acción de la justicia, con la excusa de una avería en el vehículo que le trasladaba desde Madrid. Casi dos horas esperó la magistrada del Juzgado de lo Penal que, finalmente, decidió juzgar al acusado, de iniciales I.C., sin que estuviera presente, después de que este comunicara que no podría llegar a la capital zamorana hasta las dos de la tarde.

La dueña del bar, cuya puerta destrozaron al perpetrar el asalto, reiteró que había visto a tres hombres huir del establecimiento a las siete de la mañana, en enero de 2013, después de escuchar en dos ocasiones ruidos desde la vivienda que ocupa encima del local, decidió bajar, lo que le permitió ver cómo huían tres hombres, ya condenados a seis meses de prisión por estos hechos. “Uno de ellos llevaba un hierro”, el mismo que una vecina del pueblo vio cómo lo arrojaba hacia un muro. La mujer, que regresaba a casa desde su trabajo en otro bar, fue la que observó al cuarto varón, el que ayer fue juzgado, “sentado en el coche con las puertas abiertas, en actitud de espera. La Guardia Civil les pilló in fraganti y los detuvo”, explicó la vecina de Mombuey.

Ese imputado, al que se juzgó ayer, declarado en rebeldía ya en 2014 y que no acudió al primer juicio celebrado el mes pasado en Zamora por estar a en prisión, sería el que permanecía sentado en un turismo, un Audi A-4, a 200 metros del bar, con el motor en marcha y las puertas abiertas, dispuesto para que los otros tres ladrones pudieran subir y huir de inmediato tras cometer el robo, según sostuvo la fiscal, que pidió a la magistrada una condena a 18 meses de prisión y que pague los destrozos causados en el bar asaltado. El abogado de la defensa pidió la absolución del acusado porque “no ha sido reconocido por ningún testigo” y alegó que se dirigía a Oviedo la noche del suceso, por lo que no colaboró en el intento de robo.

El guardia civil que intervino en el arresto de los cuatro hombres, al parecer integrantes de un grupo organizado y especializado en cometer robos de este tipo fuera de Madrid, relató en el juicio que “estábamos haciendo la travesía de Mombuey y vimos a la altura del bar a los tres hombres corriendo y el coche con las puertas abiertas”. Los agentes pudieron arrestar a tres personas a pesar de que huyeron, tras deshacerse de las herramientas con las que destrozaron las puertas del local. Los imputados, con domicilio en la localidad madrileña de Fuenlabrada, tenían antecedentes policiales por hechos similares, uno de ellos con una orden judicial de búsqueda y detención.