Sin autopsia y elevado a la categoría de héroe por los falangistas que tanto criticó. Así fue el fallecimiento de Miguel de Unamuno en Salamanca y los hilos de los que han tirado Luis García Jambrina y Manuel Menchón para escribir al alimón “La doble muerte de Unamuno”, un estudio que aprovecha todo lo descubierto tras el documental “Palabras para un fin del mundo” —obra de Menchón— para seguir indagando sobre las circunstancias que rodearon al fallecimiento del escritor en su casa de Salamanca.
“La versión oficial es insostenible, está llena de lagunas e incoherencias”, sentencia el escritor zamorano, quien también apunta que el título de la obra hace referencia tanto a la muerte física como a la simbólica, “que para Unamuno era todavía más terrible, porque estaba muy obsesionado con la inmortalidad o la pervivencia después de la muerte. Y él sabía que la única pervivencia factible era permanecer en la memoria de la gente y en la propia obra”, relata.
Jambrina denuncia que “en el momento en el que muere, se produce una especie de secuestro por parte de los falangistas, que se hicieron cargo del velatorio de las pompas fúnebres. Y esto significa también un secuestro de su memoria, su figura y su legado”, considera.
Apoyados en documentos inéditos, certificados de la época o estudios de especialistas como el antropólogo Francisco Etxeberría, García Jambrina y Menchón elaboran un relato que atrapa desde las primeras páginas.
Avalado por la buena acogida que ha tenido este trabajo de investigación —que en solo mes y medio ha conseguido alcanzar la segunda edición—, García Jambrina regresa a su tierra para presentar esta obra en la Feria del Libro de la capital, inaugurada ayer, en una conferencia que tendrá lugar en el salón de actos de La Alhóndiga a las 19.30 horas.
Acompañarán en este acto en Zamora al escritor zamorano Jacobo Sanz y Ana Chaguaceda, directora de la Casa Museo Unamuno en Salamanca, quienes hablarán de “La tía Tula” que Ediciones Universidad de Salamanca ha publicado con motivo del centenario de su primera publicación y cuyo prólogo está elaborado por García Jambrina. “Se trata de una lujosa obra que contiene una edición facsímil de la primera edición, de 1921, el cartel de la película que se hizo de esta novela de Unamuno y un borrador del manuscrito que conservamos en la Casa Museo”, enumera Chaguaceda, quien reconoce el interés creciente que el personaje de Unamuno ha tenido en los últimos años.
“Sobre todo se han volcado en el Unamuno público, que hasta ahora es más desconocido que el Unamuno escritor”, compara, señalado que parte de la “culpa” la tienen los documentales y películas que se han estrenado, además de los últimos libros, como “La doble muerte de Unamuno”, que “ha sabido llegar al público”, aplaude. Todo este movimiento “está dando a conocer a un personaje que, más allá de escritor, sigue siendo muy actual y podemos sentirnos muy identificados con lo que pensaba y proclamada”, asegura.
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