El manto de terciopelo verde de la Virgen de la Esperanza, santo y seña de la Pasión zamorana, se someterá por fin a la necesaria renovación que desde hace años implora debido al paso del tiempo. Sus telas ya no lucen como deberían; no en vano, se trata de un conjunto de principios de los años noventa. A día de hoy, el desgaste es más que evidente, por lo que tanto la cofradía de la que es imagen titular como la de Jesús del Via Crucis han decidido ponerse manos a la obra para poner soluciones encima de la mesa. Por lo pronto, será necesario reunir los 28.000 euros que costará la elaboración de un nuevo manto. Y, para ello, se abrirá una cuestación popular y una ronda de contactos con empresas locales que deseen colaborar, con el compromiso de que ambas hermandades aportarán el resto que no se consiga cubrir.

Los presidentes de las cofradías de la Virgen de la Esperanza y Jesús del Via Crucis, María José Herrero y Emilio Ferrero, han sido los encargados de exponer la situación a la que se enfrenta el lienzo verde que cubre a la imagen. En la práctica, será necesario sustituir el manto que hasta ahora desfila cada Martes y Jueves Santo por uno nuevo, trasladando a éste último los bordados y estrellas que distinguen a esta pieza. Una tarea que llevará a cabo la empresa leonesa Labanda Urbano que, por ejemplo, ya se encargó en el año 2014 de la rehabilitación del mando de Nuestra Madre de las Angustias con motivo de la celebración de su coronación canónica.

Este trabajo artesano supondrá un desembolso de 28.000 euros, habida cuenta de la complejidad con la que será necesario ejecutarlo. Por eso, las cofradías de la Virgen de la Esperanza y de Jesús del Via Crucis han abierto una cuestación popular para que, quien lo desee, pueda aportar fondos que irán íntegramente destinados a este particular. Asimismo, se tanteará a empresas zamoranas para colaborar en los gastos, mientras que las propias cofradías se encargarán de cubrir el importe que reste. El objetivo, como ha señalado María José Herrero, es que el nuevo manto esté listo para salir en procesión en la Semana Santa de 2022.

La renovación del manto de la Virgen de la Esperanza supondrá un enriquecimiento patrimonial no solo para ambas cofradías, sino para toda la comunidad de la Pasión zamorana. Y es que esta pieza de terciopelo verde con bordados se ha convertido, con el paso de los años, en un elemento icónico de la Semana Santa de la capital. Lo que ahora se pretende es volver a dar lustre a esta pieza, que ha sufrido el desgaste del paso de los años y necesita de una renovación integral para mantenerse como símbolo de la mañana del Jueves Santo. Una tarea para la que ya se han puesto manos a la obra las dos cofradías y de la que se podrán ver los resultados durante los próximos meses, con la vista puesta en el próximo desfile procesional.