El hecho de que Zamora contenga la palabra amor era el elemento que había que aprovechar para crear la marca representativa de la provincia. Y del amor, al corazón es el paso más obvio. Ramón Abril, socio del estudio RQR que ganó el concurso convocado por Zamora 10 es consciente de que no han inventado nada, pero “hemos ordenado, pasado a limpio” un “hallazgo feliz” que puede dar mucho juego.

—¿Por qué se presentaron al concurso de la Marca Zamora?

—Somos un estudio de diseño que tenemos ya casi 30 años de evolución, seremos de los más antiguos de Valladolid. Nos dedicamos a hacer marcas, lo que la gente conoce como logotipos aunque sea un poco simplificar. Nosotros hicimos la marca de la ciudad de Valladolid, que tiene seis o siete años, que se llama Valladolid Ciudad Amiga. Hemos hecho muchas marcas a lo largo de estos años y este concurso de Zamora era muy atractivo. Nos presentamos en su momento y bueno, pues resulta que nos han elegido.

—Componer una marca para una provincia supongo que será mas complicado o al menos diferente que diseñar una marca comercial.

—En los casos de estas marcas que tienen ese componente emocional o empático de lo que se trata es de, en la medida de lo posible, sintetizar una esencia, ese es el quid de la cuestión. No hemos inventado nada, sino que hemos recogido y pasado a limpio lo que creíamos que ya existe. Sobre todo en el caso este del eslógan y la palabra que entendemos que en Zamora se ha manejado en numerosas ocasiones, pero que creemos que es un hallazgo feliz, porque la palabra Zamora incluye amor, eso nos lleva a poder usar un icono que viene casi de la prehistoria que es el corazón, que se ha usado mucho en numerosas circunstancias porque es un icono amable. Y luego el eslógan Zamora Enamora era una consecuencia, una precipitación de algo que nos ha parecido que estaba ahí y lo hemos recogido.

—¿Qué valoración le merece el jurado del concurso?

—Igual mucha gente no conoce al presidente del jurado, Luis Bassat, es el publicitario español más reconocible. Creo que ha sido un acierto por parte de Zamora 10 buscar que quien juzgase esta marca fuese Bassat, acompañado por Jacobo Pérez Enciso y Joaquín Gallego, que son dos primeros espadas del diseño. Bassat además, él como publicista, es el rey de los eslóganes, desde el “Chup chup Avecrem” hasta otros muchísimos que todos recordamos. Él ha juzgado con toda su categoría y ha llegado a decir que es un eslógan imbatible porque hay que aprovechar esta coincidencia o este encuentro feliz de Zamora con la palabra amor con la consecuencia del corazón. Eso unido a una Z que es una grafía con mucha personalidad, hay que aprovecharlo y sería una pena que no se usase. Es algo que con los años se conocerá en todos los lados, eso espero, que Zamora Enamora sea algo como muchas cosas que tenemos en la cabeza de Galicia Calidade o Asturias Paraíso Natural, que te salen solas y que responden además a una realidad.

—¿No es muy simple, o muy obvio? ¿Puede dar más juego?

—Yo creo que el caso de Zamora además en el panel que nosotros hemos presentado tenemos ahí unas derivadas que nos ha parecido que podían funcionar: Zamora, amor por la historia, Zamora amor por la naturaleza, Zamora amor por la gastronomía…Tiene una especie de recorrido que va a dar mucho juego. No siempre es tan fácil que en el propio nombre tengas ya ese potencial. Es algo de lo que nos hemos dado cuenta casi a posteriori, diciendo, caray, esto tiene peso.

—¿Es lo que le falta, por ejemplo, a la marca de Castilla y León?

—Si, y no quiere decir que sea mala, la hizo McCann que es una multinacional del diseño. Nosotros de hecho nos presentamos en un concurso previo que se declaró desierto con un eslógan que era El arte de vivir o algo parecido. Pero lo que era la marca física era complicadísima porque somos nueve provincias distintas. Fue complicado, con un eslógan que no nos acordamos nadie cuál era. Pero en el caso de Zamora, lo tienes ahí y hay que recogerlo. Por tanto dijimos, vamos a aprovechar y poner esto en limpio.

—¿No han tenido la tentación de utilizar los colores de la bandera, ese rojo y verde intensos?

—El verde se usa en la parte relacionada con la naturaleza, el burdeos con historia, y en la palabra Zamora aparece el burdeos y el verde. Hemos hecho varias posibilidades de logotipo, uno de ellos con un corazón muy grande y que dentro tiene la palabra amor con la Z delante y la A detrás. Esa Z es burdeos y la A es verde, y ahí sí hemos tenido esos guiños más históricos.

—¿Una marca bonita significa que va a funcionar?

—Con estas marcas hay que usar la bala bien usada. Decimos, ah, es muy bonita, pero no solo es eso, se trata de que tenga contundencia, que tenga visibilidad, que sea potente, que sea relevante. En este caso es la bala de la que disponemos Zamora Enamora, pues con ella a muerte, es la baza que tenemos. Ha salido mucho a colación el eslógan I love New York, naturalmente es una marca de Milton Glaser que está en los libros de historia que es fácil, tipográficamente es muy normal, pero logró representar a la ciudad y eso ya está unido por los siglos de los siglos y ha sido imitada hasta la saciedad.

—También usa el corazón como reclamo.

—Si, pero por poner un corazón no tienes garantizado nada. Zamora ya hace su promoción turística, he visto cosas recientes de Zamora en prensa nacional muy bien hechas. Zamora tiene muchas posibilidades de vender cosas y no estamos hablando solo de turismo. Tenemos que hablar de nosotros mismo también, porque estamos los que estamos y tenemos que hacer las cosas bien, conseguir que la gente no se vaya, que se sepa que se vive bien aquí, que tenemos mucho que decir, ese amor por todo eso. Zamora nos enamora a nosotros primero, porque estamos orgullosos de nuestra Muralla, nuestra Colegiata, nuestro río, de Sanabria, esto es un poco la filosofía.

—Vamos con las polémicas. En las redes sociales ha habido reacciones de todo tipo sobre la Marca Zamora. Y además como suele ser habitual en este tipo de foros, críticas sin anestesia.

—Es lícito que haya debate social, en esto y otras cosas de la vida. La gente opina y está en su derecho, no hay nada más que decir. La verdad es que lo he seguido poco. En este caso no digo que no haya que tener en cuenta la opinión de la gente, pero lo suyo es que se decidan como se ha hecho, con un jurado de prestigio y que sean solventes. El ruido pasará, o eso espero.

—En esto de la publicidad, sobre todo en los eslóganes, parece que todos somos entendidos, como en el fútbol.

—Si, está pasando ahora con la no selección de Sergio Ramos, ¿cómo no lo vamos a llevar?. A lo mejor es eso. Yo soy arte y parte y mi opinión no es relevante. Pero le puedo decir honestamente que creo que es una buena marca y que si se le deja vivir con los años Zamora Enamora puede llegar a ser como Galicia Calidade o el chup chup Avecrem.

—Han aparecido una vez conocido en fallo del jurado empresas y personas que tenían registradas marcas con Zamora Enamora o el corazón con el nombre de la provincia dentro ¿Cree que puede haber problemas legales?

—Algo conocemos en las cuestiones de registro y, para bien o para mal, hay muchas categorías. En la normativa que usamos en España, que es la europea, hay varias decenas de categorías distintas. Es un territorio relativamente vidrioso y confuso. Yo creo, por lo que he visto, que lo que está registrado lo está en otras categorías distintas. El corazón como tal no es registrable. El corazón con Zamora enamora tal como lo hemos planteado en marcas de este estilo yo creo que no habría tal colisión, aunque puede haber gente que quiera litigar por ello. Y yo le diría más, aunque es cierto que soy arte y parte, si yo hubiese usado este símbolo para una cosa mía pequeña, comercial, local, con la mejor de las intenciones, yo estaría orgulloso con que eso coincidiera con algo que se va a usar para mi ciudad y estaría orgulloso de haberlo sacado antes. Yo creo que esto es lo que ahora prima: vemos que esto puede funcionar como marca, lo dice este jurado, Zamora 10 está detrás de esto, se han aunado voluntades y es lo que estamos intentando; en Zamora, en Valladolid, en toda la comunidad. Porque como no espabilemos...

—¿En ese sentido, la necesidad de buscar una marca, un nombre, somos parecidas todas las provincias de la comunidad?

—Sí, hemos de ser capaces de acompasarnos, entre nosotros dentro de cada ciudad, cada provincia, cada comunida autónoma y del país. Tenemos que ser capaces de llegar un paso un poco más acompasado todos y no tirarnos los trastos a la cabeza por las cosas menores. Hemos hecho una marca, pues fenomenal, ahora vamos a empujar todos y que se pueda hacer una buena campaña con Zamora Enamora, ahí hay un filón que hay que explotar como sea.

—El concurso estaba bien dotado económicamente, diez mil dólares. ¿Hasta qué punto influye la dotación económica en la parte creativa?

—Muchas veces nos encargan cosas, marcas, y a veces haces cosas “por cuatro duros”, como se dice coloquialmente, y tienes la misma razón que con esta que no está mal pagada. Y lo hubiéramos hecho con la misma honestidad y con la misma convicción. Creemos que esto, lo que hemos hecho, es bueno. Estas cosas se hacen por algo más que el dinero.