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“Ser pocos no nos quita derechos”. La frase emergió durante la reunión de las plataformas de la España Vaciada en Fuentes de Ropel y sirvió para resumir una buena parte de las reclamaciones que aparecen en el documento elaborado por 80 colectivos para proponer medidas que contribuyan a frenar la despoblación: “Hay que llegar a acuerdos fuera de los intereses partidistas, firmar un pacto de Estado y ofrecer mecanismos de participación”, indicaron los responsables de este plan.

Pero más allá de una declaración de intenciones, el acto celebrado en Fuentes de Ropel sirvió para poner sobre la mesa medidas concretas para afrontar una situación “alarmante”. La idea de los colectivos de la España Vaciada es contribuir a eliminar “el cortoplacismo” y promover “un cambio sustancial” a la hora de hacer política con el medio rural.

Dentro de esa idea general aparecen medidas como la necesidad de crear organismos “autónomos, independientes y fiscalizados” que sirvan para garantizar el cumplimiento de las políticas contra la caída demográfica. La propuesta aquí es poner en marcha una agencia nacional contra la despoblación, ajena a los vaivenes políticos, y similar a la que se ha utilizado para repoblar las Tierras Altas de Escocia.

Además, en materia de reequilibrio y cohesión, los colectivos de la España Vaciada incidieron en la necesidad de “garantizar el acceso a la conectividad de banda ancha en los pueblos” para permitir el desarrollo del teletrabajo y para abrir la puerta a la instalación de nuevos negocios, una medida que, a su juicio, debe combinarse con la existencia de una fiscalidad diferenciada. Aquí, el zamorano Chema Mezquita citó como modelo a imitar el que otorga beneficios por la insularidad.

En este ámbito, los representantes del movimiento también hablaron de la posibilidad de cambiar la legislación para incluir medidas de discriminación positiva y propusieron “una ley de mujer rural” que ayude a incentivar la igualdad en estos territorios.

Bienestar social y sanidad

Por otra parte, también se abordaron cuestiones como el bienestar social y el cuidado a mayores, un aspecto muy relevante en un contexto de envejecimiento galopante en la mayor parte de las comarcas. Los colectivos reiteraron su apuesta por un modelo que priorice la atención en los domicilios y reivindicaron la pertinencia de fortalecer la atención primaria, de mantener abiertos los consultorios y de garantizar la asistencia urgente.

Para ello, también resultan relevantes las comunicaciones por carretera. Los desplazamientos “seguros” constituyen una prioridad para el movimiento de la España Vaciada, cuyos miembros entienden que debe haber “unas infraestructuras dignas”.

Asimismo, los ponentes citaron la “dinamización de sectores productivos” como elemento clave en la lucha y reclamaron “un plan de choque” destinado a las zonas despobladas. En este punto, la digitalización empresarial debe jugar un papel protagonista, a juicio de las plataformas, que exigieron ayudas para acometer una renovación.

La jornada se prolongó durante varias horas y permitió a los asistentes profundizar en la materia y tratar también asuntos vinculados al desarrollo del sector primario, del turismo o de la cultura, sin olvidar las energías renovables y otras cuestiones que afectan al futuro de unos pueblos que se resisten a morir. Las propuestas se han lanzado; ahora, la España Vaciada espera que los políticos actúen.