Zamora avanza con paso firme en el camino emprendido para derrotar al coronavirus. La provincia muestra los mejores datos de Castilla y León en la última semana y, si nada se tuerce en los próximos días, bajará al nivel de alerta 2 el día 4 de junio. Así lo ha indicado el vicepresidente autonómico, Francisco Igea, que celebró “el descenso continuado” del número de contagios en los municipios zamoranos: “Es una de las zonas con menos casos”, constató el dirigente regional.

En general, la situación de la comunidad autónoma es positiva, por lo que Igea se mostró esperanzado ante la posibilidad de que las nueve provincias puedan bajar a nivel de alerta 2 la próxima semana. Ahora bien, el Gobierno de la Junta evaluará cada territorio por separado para decidir en función de la situación en la que se encuentren las provincias desde el punto de vista epidemiológico.

En ese sentido, Igea reconoció que la principal preocupación que oscurece esa previsión optimista es la detección de ciertos repuntes entre la población joven de algunas provincias, una circunstancia que, según el vicepresidente autonómico, no se percibe por ahora en Zamora: “La campaña de vacunación está surtiendo efecto y la incidencia en su conjunto parece descender”, aclaró el dirigente regional.

Sin picos y a la baja

Lo cierto es que, más allá de las valoraciones políticas, los datos avalan el descenso de Zamora hacia el nivel de riesgo medio, tras una evolución positiva que sitúa la incidencia a 14 días en 83,24 casos por cada 100.000 habitantes y que rebaja a 30,48 la tasa de contagios en la última semana.

Esos buenos datos, que ya se perciben desde hace varias semanas, tienen su repercusión en la cifra de pacientes hospitalizados. Actualmente, tan solo hay quince personas ingresadas en Zamora a causa del coronavirus. De ellas, doce se encuentran en planta y tres están en la Unidad de Cuidados Intensivos. Este sigue sin ser un escenario ideal, pero dista mucho de las elevadas cifras que pusieron al Complejo Asistencial en una situación muy comprometida durante las olas de la primavera y el otoño de 2020 y del invierno de 2021.

De este modo, con estos indicadores a la baja, Zamora encara una relajación de las restricciones que se dejará notar en los aforos y también en los horarios. Además, como es lógico, los principales beneficiados serán los sectores que más sufrieron en su día la imposición de las restricciones más duras, salvo excepciones como el ocio nocturno, cuyos profesionales tendrán que esperar para volver abrir las puertas de los establecimientos.

Leve mejoría para la hostelería

En la práctica, los negocios de hostelería que ya podían abrir hasta las doce de la noche en interiores podrán ampliar ese horario hasta la una de la madrugada a partir del 4 de junio, si la Junta confirma el cambio de fase de Zamora. Esta medida supondría la adaptación del servicio en el establecimiento a la atención en las terrazas, que ya se había ampliado previamente. Ahora bien, solo se podrán admitir clientes hasta medianoche. Además, las mesas podrán acoger a grupos de hasta diez personas, en lugar de seis como hasta ahora.

Por lo demás, también habría una flexibilización de los aforos en los negocios de turismo rural, se permitiría una ampliación hasta quince personas de los grupos acompañados por guías turísticos y se abriría la mano en otros recintos como los centros comerciales, los centros de enseñanza, las autoescuelas, las bibliotecas o los museos, entre otros.

En todo caso, este avance dependerá de la evolución epidemiológica que se produzca hasta el próximo jueves. Será entonces cuando el Consejo de Gobierno de la Junta se volverá a reunir para tomar la decisión definitiva. Hasta ese día, se mantendrá el nivel 3.

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