El fisioterapeuta zamorano del Centro de Educación Especial Virgen del Castillo de Zamora acusado de abusar sexualmente de dos alumnos sostiene que nunca estuvo solo con las presuntas víctimas en la sala del centro donde les trata y que siempre trabajaba con la otra profesional en la misma habitación, "a veces incluso en presencia de otros empleados del centro". El joven, de iniciales J. R.F., para quien la Fiscalía exige 8 años de prisión y cuatro sin poder ejercer la profesión, se negó a contestar al Ministerio Público y a la acusación particular en el juicio que sigue la Audiencia Provincial contra él. En su corta intervención y siempre a preguntas de su abogado, J. A. R. afirmó que nunca dio masajes a la alumna sin ropa interior y que su trabajo sólo se centraba en ejercicios para movilizar la espalda. Actuaba del cuello a las lumbares, ya que la menor tenía una doble escoliosis. 

Por lo que respecta al otro alumno y denunciante, el imputado concretó que manipulaba solo las extremidades inferiores de la rodilla para abajo. 

A puerta cerrada

Las víctimas testifican a puerta cerrada durante la mañana. Los magistrados escucharán después a los padres y a los peritos judiciales, forenses y equipo piscosocial. Los técnicos de la Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad, que valoran las capacidades de estas personas para prestar testimonio, aseguran que la menor de 12 años "relató lo vivido, aunque no puede dar muchos detalles" por el síndrome "Prader-Willi" que le limita. 

Los padres de la menor decidieron acudir a la Unidad, "ante la gravedad del abuso sexual que la menor habría sufrido por parte del fisioterapeuta, de iniciales J.A.R., según contó a la madre, pero sin darle importancia porque "la niña no tiene conciencia de que fuera malo, ante la gravedad de los hechos", explicó el padre a preguntas del Ministerio Fiscal, que exige a 8 años de cárcel al acusado y 4 de inhabilitación para ejercer su profesión. El progenitor concretó que la menor "no tenía formación sexual y apenas diferencia los órganos sexuales masculinos y femeninos, el conocimiento sexual era nulo o escaso. No sabe lo que son tocamientos, ni el consentimiento". 

Mañana, miércoles, testificarán harán los peritos de la defensa y los testigos de la defensa, entre ellos compañeros del centro. 

El joven está procesado por abusar sexualmente de dos alumnos del centro de educación especial Virgen del Castillo de Zamora durante los tratamientos que realizaba, según la acusación de la Fiscalía Provincial que fecha los sucesos en el curso 2016-2017. Una de las presuntas víctimas era una menor de edad con una discapacidad del 63%; la otra, un alumno mayor de edad, autista con parálisis cerebral y que tiene una minusvalía del 78%, según detalla el fiscal en su escrito de acusación ante la Audiencia Provincial.

El Ministerio Público exige que el procesado no pueda ejercer durante 4 años su profesión para atender a menores de edad y a personas con discapacidad que precisan de una protección especial. Y, en caso de ser condenado a prisión, solicita que el imputado esté sometido durante 8 años a libertad vigilada. Las indemnizaciones que la acusación pública solicita son 5.000 euros para cada una de las presuntas víctimas.

La Fiscalía sostiene que el imputado tocó los genitales de la menor, “excediendo su ámbito de actuación”, en días anteriores al 19 de mayo de 2017, hechos que dieron lugar a una queja de una familia contra el profesional ante la Dirección Provincial de Educación, tras lo que el centro optó por no dejar al profesional nunca solo con un alumno. Precisamente, por este presunto delito se le exige la mayor pena de prisión, 5 años, ya que la víctima no había alcanzado la mayoría de edad.