Con 37 casos el 17 de abril y 36 el 8 de mayo como picos máximos de contagios la actual ola del coronavirus, que sería la cuarta desde el inicio de la pandemia ha sido, sin duda, la más suave de las registradas en la provincia de Zamora.

Ha sido fundamentalmente el mantenimiento de las medidas restrictivas de la movilidad social, junto al avance de la campaña de vacunación, las que han permitido mantener a raya al virus en la provincia en las últimas semanas, o al menos evitar que se disparase de la forma que lo hizo en las olas anteriores.

Bien es cierto que los datos oficiales de la primera ola no parece que sean tan superiores a ésta, con 52 positivos de pico máximo el 2 de abril. Pero hay que tener en cuenta en esa primera ola apenas estaban disponibles los test diagnósticos, las pruebas PCR, y muchos pacientes, diagnosticados y aislados en su domicilio por los síntomas que padecían, nunca se reflejaron en la estadística oficial. Sólo los que ingresaban en los hospitales tenían acceso a las pruebas PCR, hasta que posteriormente ya se fueron generalizando.

Evolución de la pandemia de coronavirus en la provincia L.O.Z.

La primera ola se combatió fundamentalmente con un confinamiento domiciliario estricto con el que se consiguió prácticamente hacer desaparecer los contagios de raíz.

Sin embargo en verano volvió la movilidad social, los encuentros y reuniones de gente de distinta procedencia, las “no fiestas” y el regreso a lo que se llamó “nueva normalidad”.

Excesos que condujeron a la segunda ola, que tuvo un primer episodio desde finales de agosto, con su punto álgido el 19 de septiembre, cuando Zamora declaró 139 casos en un solo día, una cifra alta, pero que pareció moderarse en las semanas siguientes, de tal forma que se barruntaba que lo peor había pasado y volveríamos a cifras más razonables. Fue un espejismo. En octubre repuntó lo que se conoció como segunda ola. Antes de acabar el mes ya se cobró una jornada con 179 casos, el 1 de noviembre se registraban 234 y pocos días más tarde 207.

Evolución de la pandemia de coronavirus en la capital L.O.Z.

Se tomaron medidas drásticas de control de movilidad, toques de queda y restricción de actividades que permitieron doblegar esa segunda curva. Sin embargo, las autoridades soltaron un poco la mano en Navidades, se produjeron reuniones familiares y en enero saltaba la tercera ola, fulgurante, con un pico de 219 casos el 21 de ese mes. Las nuevas restricciones lograron que la curva bajara casi tan rápido como había subido y en marzo estuviera ya muy aplanada. Sin embargo, habíamos aprendido la lección y lejos de levantar la mano siguieron en vigor las medidas restrictivas, hasta que la vacunación ha avanzado lo suficiente. A ver si no hay más sustos.

TODO SOBRE EL CORONAVIRUS EN ZAMORA

VACUNACIÓN DEL CORONAVIRUS EN ZAMORA