Ni hija de una jueza zamorana ni del alcalde de Valladolid. Carmen Puente Soria “ya tiene su propia identidad, ahora es la niña que canta muy bien, que ha ido a La Voz Kids”. La sola mención del éxito de esta promesa musical, tras su primera aparición en el concurso televisivo, logra echar abajo esa compostura propia de su profesión, al frente del Juzgado de lo Social 2 de Zamora. Y Laura Soria Velasco pasa a ser únicamente su madre.

El “gran orgullo y la alegría” escapan a los límites de la mascarilla que oculta parte de su rostro.

La mirada de la magistrada lo dice todo, más que entusiasmada por haber dejado en segundo plano su faceta de jueza, dispuesta a conversar sobre “la voz sensacional y el muchísimo talento” de su hija de 15 años, como describió “uno de los jueces al salir del casting en Madrid, que nos dio la enhorabuena”, tras la prueba que le introdujo en el programa de televisión, explica Soria Velasco.

Las felicitaciones se sucedieron al terminar las audiciones a ciegas, como se pudo ver en la primera ya emitida el 14 de marzo, cuando los cuatro coaches famosos se mostraron atónitos por su gran interpretación de la canción de Amy Winehouse “Love is a losing game”, que le metió de lleno en el equipo de David Bisbal. “Agradecemos todo lo que dijeron de ella, desde Rosario, tan cariñosa, que le llamó monstrua", como dice la cantante cuando se quiere quedar a un concursante, "hasta Melendi que no pudo girarse porque le bloqueó Vanesa", apunta la jueza todavía con asombro, "no lo esperábamos”. Carmen tenía 13 años en esa primera intervención, puesto que la pandemia ha retrasado la emisión de los programas ya grabados por la vallisoletana en 2019.

Carmen Puente Soria y su hermana a la puerta de los estudios. | Cedida Susana Arizaga

Sin embargo, el resultado no fue una sorpresa para la familia de la adolescente que conocía su gran talento musical, “cómo modula la voz, lo bien que entona”, cualidades que, a pesar de que siempre le ha gustado cantar, el matrimonio Puente Soria descubrió en una cena con amigos, cuando su hija de 11 años se apoderó del karaoke, explica Soria Velasco. Y, como buena madraza, se deshace en halagos con su hija. “A los once meses andaba y hablaba, siempre le ha gustado cantar, se sabía todas las canciones de “Los Lunis”; con la abuela, la madre de mi marido, cantaba “He subido a Begoña”, era muy curioso escuchar a una niña tan pequeña entonar así de bien”. Y es que, ni clases de canto ni conocimientos musicales, el don de esta nueva artista “es innato, natural”, si bien tras su paso por La Voz Kids, donde ha ensayado con los coaches vocales, “está con una profesora en Valladolid, una soprano, para que la enseñe a respirar, a saber trabajar su instrumento”, que es su voz.

Miedo superado

Superado ese miedo a lo que dirían sus compañeras de clase, y sus amigas y amigos, “a una posible reacción contraria, está muy contenta. En el casting cogió el gusanillo. Ahora, hay que ver la evolución que tiene en el programa”, grabado entero pero del que la familia no puede avanzar nada.

Mientras se conoce el desenlace, sigue cantando “desde que se levanta hasta que se acuesta, como siempre, a veces creo que vivo en un musical. Todos nos sabemos las canciones ya”, dice su madre, que menciona a la otra hija, con la que Carmen hace duetos, “canta también muy bien”, pero solo en casa. De la posible carrera musical de la concursante “es pronto para hablar, tiene que seguir sus estudios, le gusta estudiar”. El futuro dirá.