La obra del Banco de España concluirá, si todo sale bien, con un presupuesto de 1,1 millones de euros. El Ayuntamiento de Zamora ha decidido apostar económicamente para sacar adelante un proyecto enquistado desde el año 2016. En aquel entonces, se adjudicaron los trabajos a la UTE Urvios-Proforma por 633.000 euros, pero los contratistas abandonaron la capital cuando apenas habían certificado un tercio de lo plasmado en el papel. Cinco años más tarde, el equipo de Gobierno pone casi medio millón de euros más encima de la mesa para completar el 70% restante, después de una segunda licitación desierta y una tercera que terminó en adjudicación y en segunda espantada, esta vez protagonizada por la unión entre Emergis y Alea.

El alcalde de la capital, Francisco Guarido, ha mostrado su esperanza porque esta vez sea la definitiva. “Hemos aprobado un nuevo proyecto y confiamos en que la obra se pueda concluir de una vez por todas para que la Policía Municipal tenga su nuevo cuartel”, ha señalado. Las cuentas del Ayuntamiento de Zamora se elevan hasta los 1,1 millones de euros, lo que habla a las claras de la intención del equipo de Gobierno para que nada vuelva a salir mal. “El precio se justifica en mejoras en las instalaciones y ajuste de precios”, ha explicado el regidor municipal, quien ha reconocido que las cosas no se hicieron de manera correcta desde un inicio. “Quizá, ese primer proyecto no estaba bien ajustado del todo”, ha expresado.

El Banco de España pasará, por lo tanto, por su tercer contratista en cinco años tras un tortuoso viaje hacia ninguna parte. En agosto de 2016, el Ayuntamiento de Zamora firmaba con la UTE Urvios-Proforma la ejecución del proyecto por 633.000 euros, con una baja del 25% sobre el presupuesto base de licitación que la convertía en temeraria. La empresa nunca tuvo intención de completar los trabajos con las condiciones pactadas y pronto comenzó a pedir modificados, alegando incluso la aparición de amianto en los falsos techos, lo que fue desmentido tras diferentes análisis. Finalmente, la unión abandonó Zamora dejando apenas un tercio de certificación.

Posteriormente, el Ayuntamiento de Zamora lanzó de nuevo el proyecto a licitación por 685.000 euros, pero el procedimiento quedó desierto después de que ninguna empresa presentara ofertas. Fue entonces cuando el equipo de Gobierno decidió aumentar en torno a un 20% el presupuesto base, hasta los 890.000 euros. Ahí sí se encontró licitador, que fue la UTE Emergis-Alea, formada por dos sociedades gallegas. No obstante, se hicieron con el concurso tras presentar nuevamente la oferta más baja, con 769.900 euros, lo que significó rebajar en unos 120.000 euros el presupuesto base. Un movimiento ampliamente criticado por la oposición y que finalmente se tradujo en un nuevo abandono. Apenas unos meses después de firmar el contrato, el Ayuntamiento de Zamora ya se puso en lo peor. Y se confirmaron los augurios.

Ahora, el equipo de Gobierno ha decidido apostar a la grande e incrementar el presupuesto en más de 200.000 euros, hasta alcanzar los 1,1 millones de euros. “Se incluye la mejora de las instalaciones, que es lo que más cuesta en un proyecto; al final, lo que se ha hecho hasta ahora es lo más barato, que es ese tercio completado”, ha explicado Francisco Guarido.

Pese a todo, las críticas de la oposición no han tardado en llegar. Ciudadanos ha sido el primer partido de la Corporación Municipal en salir a la palestra para denunciar que “la mala gestión del equipo de Gobierno de Guarido en las obras del Banco de España costará más al bolsillo de todos los zamoranos”. La portavoz en el Ayuntamiento de Zamora, Cruz Lucas, ha señalado que son “las consecuencias de hacer las cosas mal” desde el inicio. “Ahora, después de cuatro años de retrasos y de estar abonando el alquiler de un edificio completamente inutilizado, los zamoranos tendrán que pagar medio millón de euros más”, ha lamentado la concejala.