La profesora de Educación Social de la USAL Sara Serrate González, fue ayer la encargada de concluir las jornadas sobre “Recorrido histórico de la identidad de género: del nacionalcatolicismo del pasado a la hiperconectividad del presente”, un seminario organizado para los alumnos de la Escuela de Magisterio con su conferencia acerca de “La educación para la igualdad de género hoy”.

–¿Cómo se ha avanzando en el terreno de la educación en igualdad entre niños y niñas en las últimas décadas en España?

–Se han conseguido muchos avances, por ejemplo en el acceso a la educación por el hecho de que hoy los niños y las niñas no solo tienen un acceso igualitario a la escuela en educación Primaria, sino también en Secundaria y universitaria. Cada vez tenemos más mujeres en el sistema universitario, aunque todavía se encuentran diferencias en la elección en las carreras, porque siguen existiendo algunas más feminizadas frente a las carreras tecnológicas y de ingeniería, con más chicos que chicas matriculados.

–¿En qué aspecto hay que seguir trabajando?

–Hay que seguir fomentando desde los centros escolares la idea del empoderamiento de las niñas, fomentar su valía en cualquier disciplina y que cuando lleguen a la edad adulta puedan elegir en igualdad de condiciones que los chicos. Hay estudios que demuestran que las niñas, poco a poco, a partir de los seis años van perdiendo su valía, porque la sociedad le va transmitiendo esa falta en determinadas competencias. Hay que facilitar ya no solo el aprendizaje de conocimientos, sino esa capacidad de valía que tienen las niñas para elegir carreras que han sido tradicionalmente estudiadas por hombres. Estamos dando un vuelco en el sentido de que cada vez más hay más mujeres trabajando y en puestos de responsabilidad, pero hay que fomentarlo desde los centros escolares.

–¿Qué otras acciones hay que fomentar?

–Los centros educativos a nivel estructural, por ejemplo, con los patios y la famosa guerra del balón que sigue existiendo. Los patios están diseñados de tan forma donde priman los juegos de balón y mayoritariamente son los niños los que ocupan grandes partes de espacio frente a las niñas, relegadas a espacios más pequeños.

–¿La coeducación sigue siendo un reto?

–Hemos conseguido la educación mixta, totalmente garantizada, vamos favoreciendo que materiales escolares y libros de texto tengan un lenguaje más inclusivo y que se formen en igualdad, pero aun así seguimos arrastrando pequeñas cosas que nos pasan desapercibidas dentro de ese currículo oculto y esas manifestaciones que a veces como adultos no percibimos que son discriminatorias en el día a día. No debemos relajarnos y debemos seguir poniendo empeño en establecer medidas.

–¿Hay que mirar a otros países más avanzados?

–Una perspectiva internacional puede ser interesante, pero creo que en la educación influye mucho el contexto en el que nos situamos. Es más, creo que la educación habría que diseminarla todavía mucho más, porque no es lo mismo dar clase en un colegio en el centro de la ciudad que en el ámbito rural o en un contexto muy determinado de un barrio con población vulnerable.

–¿La formación de los futuros maestros es esencial para seguir avanzando?

–Estos seminarios están enfocados a esa necesidad que tenemos de formar a los maestros en este tipo de situaciones que son importantes en su día a día. A veces no necesitas un currículo específico para formar a los niños en igualdad sino darse cuenta de lo que ocurre e integrar esa perspectiva de género en nuestra práctica. De hecho, ha tenido una acogida muy buena y los participantes han interactuado muy bien. Creo que ellos mismos demandan formación en este sentido.