Zamora fue la ciudad elegida por un importante número de turistas en este segundo fin de semana de caída del cierre perimetral y del toque de queda por el COVID, con madrugadas que dejan “un balance positivo, sin apenas incidentes”, apunta la concejala de Seguridad Ciudadana de IU en el Ayuntamiento de la ciudad, Concha Rosales, que pone en valor la “responsabilidad y el comportamiento ejemplar” mostrado por los ciudadanos.

A partir de ahí, “siempre existen excepciones, pero muy pocas”, como la intervención de la Policía Municipal para desalojar un local de hostelería situado en la calle de San Atilano que carece de licencia para abrir, por lo que fue denunciado, además de exceder el aforo que permite las dimensiones del establecimiento, lo que implicará la imposición de otra sanción. El desalojo se produjo a las 22.30 horas en una operación en la que colaboraron la Policía Nacional y la Municipal.

Otro establecimiento comercial situado en la calle de Florián de Ocampo, esta vez comercial, fue sancionado por vender bebidas alcohólicas a las 00.28 horas fuera del horario que tiene permitido. Los Policía Municipal acudió a una llamada de unos vecinos de la calle de Balborraz por los ruidos causados en una vivienda próxima a la suya a las 3.02 horas, molestias que habían cesado cuando llegaron los agentes. La madrugada del viernes al sábado registró otras dos intervenciones. La primera fue la disolución por parte de la Policía Municipal de un botellón en el parque de San Bartolomé, una práctica que se da con pandemia y restricciones y sin ella, expone Rosales, “entra en lo habitual, aunque no debería ocurrir, y la Policía Municipal está siempre vigilante”.

Por otro lado, la intervención de la Policía Nacional y de la Policía Municipal permitió detectar en esa misma madrugada, a las 3.30 horas, a un grupo de 20 personas mientras comían y bebían sin guardar distancias ni medidas de seguridad en el local de un hostal situado a las afueras de la ciudad. Los agentes abrieron un expediente sancionador los dueños del negocio.

La responsable de Seguridad Ciudadana apunta que las madrugadas en la capital son tranquilas, “incluso se ven más personas por la tarde y hasta las diez de la noche”, lo que implica que no han recuperado el pulso en cuanto a aglomeraciones de ciudadanos en las calles en horario nocturno habituales en la época pre COVID, a pesar de que el 9 de mayo desapareciera el toque de queda y el cierre perimetral. “La gente se está portando muy bien”, insiste la edil de IU en el Ayuntamiento, “siempre hay un infractor, pero con pandemia y sin ella, a veces hay más jaleo a media tarde que por la noche”, agregaba.

La concejala destaca “un fin de semana sin incidencias, madrugadas incluidas”, en las que tampoco se han dado denuncias por fiestas en domicilios particulares como sí ocurrió durante los meses de cuarentena, cuando los llamadas para denunciar no fueron pocas.

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