Por todo lo alto. Así pareció celebrarse el primer fin de semana completo sin estado de alarma en Zamora por parte de la cultura de la ciudad, ya que la agenda de ocio estaba repleta de actividades a las que la gente —zamoranos y visitantes— respondió con su asistencia. Coincidían además las primeras actividades del Día Internacional de los Museos, evento que tendrá repercusión durante una semana entera tanto en el Etnográfico como en el Museo de Zamora con originales propuestas dirigidas a todos los públicos. En el primero de ellos los talleres infantiles fueron los protagonistas, con “Música y ReciclART” y “Máscaras para protegernos del/en futuro”, inspiradas en la obra escultórica de José Luis Alonso Coomonte, cuya exposición se puede visitar todavía.

“El futuro de los museos: recuperar y reimaginar” es el lema del Museo Provincial, que ayer organizó visitas guiadas con esta temática de fondo, tanto a las salas del museo como al almacén que tienen en la iglesia de Santa Lucía, con música en directo.

Manuel Monterrubio, con su marimba en la Catedral. Emilio Fraile

Por otra parte, la música también fue ayer protagonista en la Catedral con el concierto de percusión que ofreció el joven zamorano Manuel Monterrubio Martín con la marimba, con la que interpretó obras de Bach, aunando así dos de sus pasiones: este singular instrumento de finales del siglo XIX y su compositor barroco favorito. Los espectadores pudieron disfrutar de un concierto único de la mano de un músico joven de la tierra pero con una extensa andadura y un prometedor futuro profesional, ya que Monterrubio ha sido timbalero en la Joven Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam, miembro de la orquesta joven del festival de Verbier y músico de la Joven Orquesta Nacional de España, a la vez que continúa sus estudios en el Conservatorio Superior de Castilla y León.

El espectáculo de flamenco en el Ramos Carrión. Emilio Fraile

Por último, en la esfera cultural de ayer sábado, Zamora se convirtió por un momento en el malagueño Café de Chinitas gracias al espectáculo que Pedro Fernández Embrujo ofreció sobre el escenario del Teatro Ramos Carrión. Con “Lorca es flamenco”, la inspiración llegó de la obra del poeta granadino para convertirla en baile y poner a taconear a iconos de sus obras como Bernarda Alba, Mariana Pineda o Yerma, dando paso luego a lo mejor del arte andaluz y haciendo que la capital castellana disfrutara de un auténtico tablado flamenco.