Tres de cada cuatro municipios de Zamora corren el riesgo de desaparecer a largo plazo. Según el último informe elaborado por el Banco de España, 188 de los 248 ayuntamientos zamoranos presentan cifras que amenazan su supervivencia, una circunstancia que afecta a los casi 48.000 ciudadanos que residen en estas zonas. Dicho de otro modo, un 28% de los habitantes de la provincia ocupa actualmente un territorio que podría estar deshabitado en el futuro si la tendencia demográfica mantiene su inercia negativa.

El Banco de España considera que los municipios en riesgo de despoblación son aquellos que presentan un crecimiento y un saldo vegetativo negativos desde comienzos de siglo, y que además tienen una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Esa realidad afecta a un 42% de los ayuntamientos del país y a un 76% de los municipios zamoranos.

En el caso de la provincia, las dos primeras condiciones se cumplen en un porcentaje altísimo de las localidades. Desde el año 2001 hay algunos pueblos que han perdido hasta la mitad de su capital humano y, en la mayor parte de ellos, los funerales triplican o cuadruplican a los bautizos. De hecho, en según qué zonas, los años transcurren sin la llegada de niños al mundo, más allá de excepciones que se celebran como milagros.

Todo ello, en un territorio en el que la inmigración es escasa o residual, lo que da lugar a una caída constante de la cifra de habitantes. Uno de los ejemplos más evidentes de esta realidad se encuentra en Porto de Sanabria, que ha pasado de 329 a 156 habitantes en menos de veinte años, y que tiene un término municipal de 201 kilómetros cuadrados. Su densidad de población actual es de 0,77. Es decir, 16 veces inferior al límite que marca el Banco de España en su informe.

La zona occidental presenta los datos más negativos

De los 60 municipios que se libran del riesgo de desaparecer a largo plazo, según los indicadores utilizados por el Banco de España, apenas tres pertenecen a las comarcas occidentales de la provincia. Es el caso de Alcañices, Fermoselle y Puebla de Sanabria, que presentan cifras de densidad de población superiores al límite fijado, que se sitúa en 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. El resto de los municipios ubicados en estas comarcas acumulan pérdida de población desde comienzos de siglo y ven cómo sus circunstancias van empeorando hasta el punto de verse en un riesgo evidente.

Así ocurre, sin ir más lejos, con un lugar como Bermillo de Sayago, que ha cedido 400 habitantes en apenas veinte años y que, por su gran extensión, se sitúa con una densidad de poco más de cinco habitantes por kilómetro cuadrado, si se tienen en cuenta los últimos datos del padrón continuo.

Cabe destacar también que más del 70% de la población de la provincia reside en el 24% de los municipios ajenos al riesgo de desaparición. A esta circunstancia colaboran especialmente Zamora, Benavente y Toro, que escapan de la quema, junto a otros ayuntamientos principales, como Morales del Vino, Moraleja, Villaralbo, Fuentesaúco o Roales.